Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

Querido Villaronga

La semana pasada pasamos unos días en Nantes. Además de proyectar “Tetuán” ante un público entregado e interesado, pudimos presentar el libro editado por la Filmoteca Vasca que recoge una amplia filmografía realizada por mujeres y, sobre todo, tuvimos ocasión de hablar de cine. En una de esas conversaciones apareció Agustí Villaronga, el lúcido realizador mallorquín fallecido recientemente. Su cine parecía no tener nada que ver con las tendencias del cine estatal, sus universos y sus historias aparecían como tesoros en un mar de lugares comunes donde escasea el ingenio. Si creo que su capacidad se acercaba a la genialidad, su cine se distinguía del resto. Sus intenciones, al margen de ser detonadas desde espacios oscuros y complejos, buscaban una vinculación con el público, sin darle la espalda.

Os dejo aquí una recomendación: “Aro Tolbukhin. En la mente del asesino”, una película en la que luces y sombras planean sobre una historia que nos habla de un húngaro que, en 1981, fue detenido por quemar vivas a siete personas en Guatemala. Tras su autoinculpación, confesó que había asesinado a otras 17 mujeres, todas ellas embarazadas. Fue condenado a muerte pero las investigaciones judiciales descubrieron incoherencias en el caso. Poco antes de la ejecución, Tolbukhin se entrevista con dos documentalistas franceses. A partir de este momento la película indaga en su trayectoria vital, en las personas que lo rodearon, en sus recuerdos.