Pataleta de Urkullu y falta de respeto institucional
El nuevo escenario de crecimiento de la izquierda soberanista hasta empatar en escaños con el PNV, y donde él ya no es el protagonista por decisión de su propio partido, parece que se le ha atragantado al todavía lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu. El 14 de mayo corrigió a última hora su decisión de convocar un Consejo de Gobierno coincidiendo con el pleno de constitución del Parlamento, lo que hubiera conllevado su ausencia en la Cámara, y la de todos sus consejeros y consejeras, salvo los dos que además son parlamentarios. Pero en la mañana de ayer, Urkullu decidió dejar su impronta. Llegó al edificio casi una hora tarde y no entró en el salón de plenos hasta que 35 minutos después el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, terminó su discurso e Imanol Pradales estaba ya en la tribuna de oradores. Suena a pataleta y demuestra poco respeto institucional, ese que él tantas veces ha reclamado. Triste final.