El grupo industrial Irizar cerró 2023 con un récord de facturación de 895 millones de euros, lo que supone un 40% más que en el año anterior, y tiene aún mejores perspectivas este año, puesto que espera llegar a los 970 millones. Ayer presentó sus resultados, destacando, además del balance económico, que cuenta con un total de 3.844 trabajadores, de los cuales 1.548 trabajan en Gipuzkoa.

En rueda de prensa en la sede en Ormaiztegi, el CEO del Grupo Irizar, Imanol Rego, destacó que «2023 ha sido el retorno a la generación de beneficios» y así se ha superado «ampliamente» la previsión de 780 millones de euros, «alcanzando los 895 millones, lo que supone un nuevo récord de facturación del Grupo Irizar», al superarse el anterior con 766 millones en 2019.

No obstante, reconoció que los «niveles de rentabilidad» del grupo no son los prepandemia de covid-19. «El resultado, independientemente, ha sido el doble de lo previsto, aunque tenemos que seguir trabajando en la mejora de eficiencia», apuntó.

Según señaló, el grupo tiene, actualmente, un equipo de 3.844 personas, de ellas 1.548 trabajan en Gipuzkoa (Ormaiztegi, Aduna y Lezo) y 2.200 en el conjunto del Estado, llegando así a «un máximo histórico de creación de empleo».

En este punto, Rego subrayó que se ha mantenido incluso durante la crisis del covid-19 reduciendo un 21,5% los salarios, a lo que se suma la pérdida de recapitalización de las empresa del grupo, durante tres años (2020-2022).

Durante 2023 todas las plantas del grupo produjeron un total de 3.068 unidades, de las que 1.280 se fabricaron en la sede central de Ormaiztegi (562 destinadas al mercado del Estado español y 718 para la exportación).

En Irizar México se construyeron 714 autocares, en Brasil 494 y en la planta de Marruecos se fabricaron 305. En ese ejercicio, la fábrica de Aduna, dedicada a la fabricación de autobuses urbanos eléctricos produjo 275 unidades

El grupo invirtió el 4% de su facturación en los últimos años en innovación y tecnología, para adaptar sus productos al reto de la descarbonización de la movilidad.

Rego explicó que el futuro no solo se centra en la electromovilidad, sino que se impondrá la oferta «multienergética» con vehículos propulsados por diferentes tecnologías, como hidrógeno verde, gas comprimido, gas licuado y biogas, además de las hibridaciones.

Irizar trabaja, de hecho, en la producción de nuevos modelos eléctricos y más eficientes para trayectos interurbanos y de media distancia, que ya se están fabricando en Ormaiztegi, una planta que, avanzó, deberá transformarse en el futuro para encarar el reto de la descarbonización.