GARA
BARCELONA
REPRESIÓN CONTRA EL INDEPENDENTISMO

Cinco exiliados regresan a Catalunya tras el archivo del «caso Tsunami»

Cinco de las personas que se exiliaron ante el riesgo de ser encarceladas por su imputación en el «caso Tsunami» regresaron ayer a Catalunya tras el archivo de la causa. Marta Rovira, Ruben Wagensberg, Oleguer Serra, Jesús Rodríguez y Josep Campmajó fueron recibidos en un acto celebrado en Catalunya Nord para, más tarde, cruzar La Jonquera hacia Cantallops.

Recibimiento en Salses, en la «Porta dels Països Catalans».
Recibimiento en Salses, en la «Porta dels Països Catalans». (Lorena SOPENA | EUROPA PRESS)

La secretaria general de ERC, Marta Rovira; el diputado republicano en el Parlament Ruben Wagensberg; el videpresidente de Òmnium, Oleguer Serra; el periodista de “La Directa” Jesús Rodríguez y el activista Josep Campmajó regresaron ayer a Catalunya, después de que el juez de la Audiencia Nacional española Manuel García Castellón archivase el «caso Tsunami». Procedentes de Suiza, donde han vivido exiliados los últimos años, tuvieron un primer recibimiento en Salses (Catalunya Nord), junto al monumento de Emili Armengol ‘‘Porta dels Països Catalans’’, que señala el punto más septentrional del país. Ahí les aguardaban, entre otros, el secretario general de Junts, Jordi Turull, el conseller Joan Mascort (ERC), el exconseller y aún exiliado en Bruselas Lluís Puig; y los integrantes de las CUP David Fernández, Carles Riera y Anna Gabriel.

Desde ahí se dirigieron en coche al paso fronterizo de La Jonquera, en dirección a la localidad de Cantallops, donde se organizó un segundo acto y donde se reencontraron con el resto de investigados por la causa de Tsunami Democràtic como la secretaria de Movimientos Sociales de ERC, Marta Molina. También estaban el presidente de ERC, Oriol Junqueras, Marta Vilalta (ERC), Josep Rius (Junts), Eulàlia Reguant (CUP) y el presidente de la ANC, Lluís Llach.

Rovira y Junqueras se fundieron en un largo abrazo mientras los presentes coreaban a su alrededor «Independència». Los cinco se pudieron abrazar con amigos, familiares y compañeros de trabajo, acompañados de los cerca de 300 simpatizantes que se acercaron hasta Cantallops, donde residen familiares de Wagensberg. Al final del acto unitario de recibimiento, desde el escenario se abrieron dos botellas de cava para celebrar el regreso de los exiliados en Catalunya. Una estelada de grandes dimensiones presidió la pequeña plaza de Cantallops, a rebosar, en la que se produjeron los parlamentos.

«ACABAR LO QUE EMPEZAMOS»

En sus primeras declaraciones, Rovira dijo que el independentismo debe unirse para lograr sus objetivos: «Estamos aquí para acabar lo que empezamos. ¿Qué día se nos olvidó que juntas somos más fuertes?». También dio las gracias «a tantísima solidaridad que hemos recibido» y dedicó un agradecimiento especial a los suizos que les han apoyado mientras han vivido allí.

La secretaria general de ERC llamó al independentismo a celebrar su regreso a Catalunya como un triunfo: «Es una victoria absoluta. Hace demasiados días que el independentismo no celebra nada. Lo tenemos que celebrar. Debe ser una dosis de energía positiva para volvernos a levantar», manifestó. Rovira explicó que, cuando se exilió en Suiza hace seis años y medio acusada de un delito de rebelión, la escucharon y pudo defender la independencia y el derecho a la autodeterminación. «Nos escucharon y no se quedaron solo con esto: nos ayudaron. Es una causa que va de democracia y derechos humanos. Y donde tiene cabida la democracia y los derechos humanos nos escuchan, generamos complicidades y ganamos. Hemos ganado», insistió.

Recordó que les acusaron de rebelión y sedición con el objetivo de que callaran y de que el independentismo no pudiera coordinarse ni debatir: «Y después, cuando Europa les dijo que se habían equivocado y vieron qué países de Europa acogían exiliados, cambiaron de delito». «Pasaron de la rebelión y la sedición al terrorismo. ¿Me veis cara de terrorista?», preguntó irónicamente la dirigente de ERC, que defendió que el independentismo es un movimiento democrático y mayoritario en Catalunya que nunca usará la violencia para defender sus ideas.

Pese a todo lo ocurrido, aseguró que está más convencida que nunca de sus ideas, y añadió: «Mientras han intentado hacer callar y vulnerar derechos humanos, civiles y políticos, se han cargado la democracia». «Cuando traspasas estos límites y líneas inaceptables, empiezas a perder. Y nosotros tenemos las de ganar. Y hemos venido aquí para acabar el trabajo que dejamos a medias», aseguró.

«SEGUIR LUCHANDO»

Por su parte, Wagensberg llamó a «seguir luchando» para que se aplique la Ley de Amnistía a todos los encausados. «Hay personas que aún están en el exilio por las que luchar. Hay personas a las que aún no se les ha aplicado la Ley de Amnistía», como manifestantes e inhabilitados, dijo durante su discurso.

«Hemos descubierto lo que es marchar de casa de manera forzada, llegar un país que no conoces y del que no puedes marchar», relató, para añadir que ha aprendido el valor y la importancia de la inclusión, y que Catalunya también es un «país de acogida» al que llega gente de todo el mundo y puede sentirse como en casa. Después tomaron la palabra el vicepresidente primero de Òmnium Cultural, Oleguer Serra, el empresario Josep Campmajó y el periodista Jesús Rodríguez, así como los otros tres investigados en la causa de Tsunami: la dirigente de ERC Marta Molina y los empresarios Xavier Vendrell y Oriol Solé.

Tras el acto de Cantallops, los cinco siguieron con sus respectivas agendas, que incluyen la asistencia de parte de ellos al acto organizado por Òmnium Cultural en su sede de Barcelona. En el acto, público y abierto a la ciudadanía, estuvieron presentes miembros de la Junta Directiva de Òmnium, de las juntas territoriales y exmiembros de la directiva, así como representantes institucionales y entidades de la sociedad civil. «Que no nos quiten la alegría del retorno del exilio», aseguró el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, en su intervención al frente de la sede de la entidad en Barcelona, a la que acudieron más de 200 personas para dar la bienvenida a Wagensberg, Serra, Campmajó y Rodríguez.

Su regreso a Catalunya, dijo Antich, «es una victoria incontestable y sobre todo colectiva», aunque advirtió de que no es «completa» porque «todavía queda otro exilio: el de Carles Puigdemont, Toni Comín y Lluís Puig».

A lo largo del día también hubo un acto de bienvenida al periodista Jesús Rodríguez, a las 18.00 en la asociación La Comunal del barrio de Sants Barcelona, y del escritor Josep Campmajó en la plaza del Vi de Girona.