Al menos 18 palestinos murieron y otros 18 resultaron heridos en un nuevo bombardeo del Ejército israelí contra la escuela Al-Jaouni de Nuseirat, en el centro de Gaza, que alberga a más de 5.000 desplazados palestinos, aunque las fuerzas de rescate continúan esta tarde las operaciones de búsqueda de más víctimas.

Decenas de personas escarbaban después entre los escombros para recuperar los cuerpos de quienes quedaron atrapados tras el impacto de los proyectiles israelíes.

Entre los fallecidos se encuentran dos empleados de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), mujeres y niños, con lo que ya son 216 los empleados de esta agencia que Israel ha matado desde el 7 de octubre.

A pesar de que las víctimas siguen siendo civiles, en zonas de refugio y contándose por decenas cada día, Israel insiste en justificar sus ataques como «precisos» y «contra terroristas».

El régimen sionista ha bombardeado más de 18 escuelas o centros de refugio solo en el campamento de Nuseirat. El bombardeo se produce mientras los principales hospitales del centro de la Franja, el Mártires de Al-Aqsa y el Al-Awda, tienen problemas de funcionamiento dado el incremento del número de víctimas que reciben y a la falta de electricidad.

En palabras de la relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, «Israel aplica una doctrina del shock similar a la de EEUU tras los ataques del 11S, basada «en matar a cualquiera» bajo la idea de que en la Franja de Gaza «todo es Hamas. Periodistas, médicos, profesores, científicos..., cualquiera se convierte en Hamas, y los demás civiles son escudos humanos».

En la presentación en Roma de su último libro, “J'accuse”, la relatora criticó el discurso de odio que de forma simultánea las autoridades de Israel transmiten a su población, sujeta a una creciente deshumanización hacia los palestinos.

A su juicio, este discurso que sustenta las muertes y la creación de condiciones de vida calculadas para llevar a la destrucción de la población palestina «revela una intención genocida». «Han muerto más de 40.000 personas, entre ellos 17.000 niños; se ha destruido toda Gaza, la violencia comienza a reproducirse con los mismos patrones en Cisjordania y la comunidad internacional está paralizada a nivel político, humanitario y en la aplicación del derecho».

Después de casi un año de ofensiva militar en Gaza, Israel «ha socavado los logros del último siglo en el desarrollo del derecho internacional, devolviéndonos a una especie de Edad Medieval jurídica», denunció en una entrevista con Efe.

«Nada funciona, todo el sistema en que creíamos y considerábamos una herramienta para resolver y prevenir la violencia se demuestra completamente ineficaz» con los actos de Israel en Gaza, ante los que la comunidad internacional no actúa como debería, critica Albanese.

La relatora deplora el papel de los países occidentales que han cerrado filas apoyando al Gobierno israelí y pide imponer un embargo de armas y sanciones económicas inmediatas a Israel, que debe rendir cuentas y ser procesado ante las instancias jurídicas internacionales por crímenes que «son parte de un patrón, del intento de destrucción de un grupo (el pueblo palestino), que es muy evidente».