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DONOSTIA

Cerca de 37.000 menores vascos no pueden acceder a lentillas o gafas por el gasto que suponen

Cerca de 37.000 niños de Hego Euskal Herria sufren pobreza visual, por la imposibilidad económica de sus familias de afrontar el gasto que supone la compra de instrumentos ópticos.

Un total de 36.814 niños vascos no pueden acceder a gafas o lentillas por su coste.
Un total de 36.814 niños vascos no pueden acceder a gafas o lentillas por su coste. (AMIRES | EUROPA PRESS)

La cifra de niños y niñas que no pueden acceder a gafas o lentillas por su coste, lo que se conoce como pobreza visual, asciende en Hego Euskal Herria a 36.814, según se recoge en el informe “Radiografía de la pobreza visual infantil en España, 2024”. Un trabajo publicado por la asociación Visión y Vida, que ha acuñado el término pobreza visual para dar visibilidad a esta situación en la antesala del Día Mundial de la Visión, que se celebra el 10 de octubre.

De ese número, 23.763 menores corresponden a los territorios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y suponen el 6,4% del total, mientras que en Nafarroa, el porcentaje se eleva al 10,2%, con 13.051 niños en esa situación.

POBREZA VISUAL

«Durante la crisis de 2008 detectamos a muchas personas que, debido a sus problemas económicos, no renovaban sus equipamientos ópticos, y en la crisis causada por la pandemia del covid-19, acuñamos el término de pobreza visual», explicó el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina, en la presentación del citado informe.

La asociación alertó de que esta incapacidad de hacer frente al gasto para comprar unas gafas o lentillas «persiste desde hace tres años», porque en el Estado español la cifra «solo se ha visto reducida en cerca de 40.000 niños» al pasar de 761.157 en 2021 (el 8,6% del total) a alrededor de 720.000 ahora (8,4%).

«La visión es imprescindible para el desarrollo del menor, la comprensión de su entorno y el rendimiento educativo. Uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con un problema de visión», señaló Alsina.

El especialista advirtió de que si las familias de estos menores no pueden comprar equipamientos ópticos para ellos, «no podrán adquirir una formación adecuada», por lo que su futuro «será más complicado de lo que debería».