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TEL AVIV-BEIRUT
EL INFIERNO EN GAZA INCENDIA ORIENTE MEDIO

Israel exige la retirada de la Finul por ser «escudo humano» de Hizbulah

Benjamin Netanyahu dio ayer un paso más en su escalada al exigir a Naciones Unidas la retirada de los cascos azules de la frontera de Líbano tras acusarles ser «escudos humanos de Hizbulah» y de poner en peligro a sus militares. Las tropas sionistas volvían a atacar a la Finul al tiempo que intensificaban sus bombardeos y libraban fuertes combates con miembros de Hizbulah.

Una familia huye del norte de Ciudad de Gaza con sus pocas pertenencias.
Una familia huye del norte de Ciudad de Gaza con sus pocas pertenencias. (Omar AL-QATTAA | AFP)

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigió ayer al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, evacuar «inmediatamente» a las fuerzas de paz desplegadas en Líbano por la organización de las zonas de combate en el sur del país. Poco después, la Misión de Paz de la ONU (Finul) acusó al Ejército israelí de poner en peligro a sus soldados después de que tres pelotones cruzaran la Línea Azul y violaran de nuevo la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Denunció que tanques israelíes destruyeran de madrugada la puerta principal de su posición en Ramyah entraran por la fuerza.

Netanyahu pidió abiertamente a Guterres la retirada de los cascos azules de sus posiciones en la frontera al considerar que se han convertido en «escudos humanos» para Hizbulah que, además, «ponen en peligro a los militares israelíes que operan en el país».

«Es hora de retirar a la Finul de los bastiones de Hizbulah y de las zonas de combate», dijo en una declaración oficial dirigida al secretario general de la ONU tras una semana muy tensa en la que al menos cinco cascos azules han resultado heridos en tres incidentes que Naciones Unidas ha atribuido al Ejército de Israel.

El jueves, dos efectivos de la Finul resultaron heridos por el impacto de un proyectil israelí sobre sus instalaciones en Naqura, donde está el cuartel general, después de que en las horas previas el Ejército israelí alcanzara varias de sus posiciones. Al día siguiente, otro ataque de Israel causó heridas a otros dos cascos azules y un tercero fue alcanzado por la noche por un disparo.

Sobre el primer suceso, el Ejército sionista admitió «haber abierto fuego en la zona» antes de asegurar que había puesto en marcha una investigación al respecto e insistir otra vez a la Finul que se retirara de sus posiciones, algo a lo que la fuerza de la ONU se ha negado categóricamente mientras buena parte de la comunidad internacional ha pedido a Israel que no ponga en riesgo a los cascos azules.

Así, Netanyahu lamentó ayer las «constantes negativas» de la Finul que, a su juicio, «van enteramente destinadas a proporcionar escudos humanos a los terroristas de Hizbulah». «Su negativa a retirar a las fuerzas de la Finul convierte a sus integrantes en rehenes de Hizbulah y pone en peligro las vidas de nuestros soldados», remarcó. «Señor secretario general, retire las fuerzas de la Finul de las zonas de peligro. Hágalo ahora mismo, de inmediato», urgió.

Y aprovechó para criticar a «algunos líderes europeos» por denunciar los incidentes de esta última semana porque «están haciendo presión sobre la parte equivocada» al exigir contención a Israel. «En lugar de criticar a Israel, lo que deberían hacer es dirigir sus críticas a Hizbulah, que está empleando», insistió una vez más, «a la Finul como escudos humanos», señaló.

Es la misma retórica que el régimen sionista ha empleado en la Franja de Gaza para atacar a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) a la que, además, acusa de «cooperar de manera voluntaria» con Hamas.

«ERRORES» CONTRA LA FINUL

Uno de los comandantes de las fuerzas israelíes que intervienen en el sur de Líbano, el general Yeftah Norkin, respondió ayer a las denuncias de ataques deliberados contra la Finul señalando que fueron «errores» sin intención y fruto de un «escenario complejo» por los enfrentamientos con Hizbulah. «Respetamos a la Finul, no había ninguna intención por nuestra parte y estamos investigando los incidentes», según sus declaraciones recogidas por el diario “Yedioth Aharonoth”.

El militar añadió que sus fuerzas intentan comunicarse con la Finul sobre sus operaciones en la zona a través de mensajes que envían «con la mejor voluntad».

La Finul exigió ayer explicaciones a Israel por destruir la madrugada de ayer la puerta principal de una de sus posiciones cerca de la frontera, entrar por la fuerza y permanecer allí 45 minutos. También denunció que disparos israelíes en el lugar generaron una «humareda» que entró en el campamento y provocó «irritaciones cutáneas y reacciones gastrointestinales en 15 cascos azules» a pesar de llevar máscaras protectoras.

La misión de la ONU señaló, además, que el sábado «soldados israelíes bloquearon un movimiento logístico crucial» de los cascos azules cerca de Meis el Jabal y denunció «escandalosas violaciones» a las normas internacionales.

La misión de la ONU en Líbano ha recordado al Ejército israelí «por cuarta vez en dos días» que entre sus obligaciones se encuentra la de «garantizar la protección y seguridad del personal y los bienes de las Naciones Unidas».

DRONES CONTRA HAIFA

Hizbulah reivindicó ayer el lanzamiento de un «escuadrón de drones» drones contra una base militar en la zona de Binyamina, en el sur de Haifa, en el norte de Israel, que dejó más de 67 militares heridos, algunos de gravedad, mientras libra duros combates en Líbano con el Ejército israelí, que intensifica sus ataques aéreos contra la población civil libanesa con el pretexto de luchar contra Hizbulah. El partido-milicia indicó que el ataque de Haifa se realizó en homenaje al que fuera su líder, Hassan Nasrallah, al que Israel mató el 27 de septiembre en Beirut.

El Ministerio de Salud libanés anunció ayer que los ataques israelíes mataron a 51 personas desde el sábado, elevando a más de 1.300 las víctimas mortales desde que Israel inició su ofensiva y posterior invasión del sur de Líbano el 23 septiembre. La ONU ha registrado casi 700.000 personas desplazadas desde el 23 de septiembre.

El sábado por la noche, Israel atacó un mercado en la ciudad de Nabatiyeh, destruyéndolo por completo. Los equipos de rescate seguían buscando ayer supervivientes entre los escombros. «Todo quedó destruido (...) como si un terremoto hubiera devastado el mercado», aseguró un residente en la ciudad. Nabatiyeh es una de las ciudades más castigadas por las bombas israelíes, cuya evacuación forzada ordena periódicamente el Ejército israelí. Ayer ordenó evacuar otra veintena de localidades del sur libanés.



El Ejército israelí redobla su ofensiva en Yabalia

El Ejército de Israel multiplicó en las últimas horas sus operaciones contra Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza y que acoge al principal campamento de refugiados del enclave palestino, donde los médicos denunciaron al menos cuatro muertos confirmados en un bombardeo israelí durante las últimas horas y fuentes locales hablan ya de un esfuerzo de partición con el resto del territorio.

El Ejército confirmó nuevas operaciones y dijo haber destruido «40 objetivos» de Hamas y haber matado a «docenas de combatientes enemigos». Entre esos «objetivos de Hamas» estaba, de nuevo, el centro de atención sanitaria de la Unrwa.

La Unrwa denunció que Israel «sigue negando el acceso humanitario» al campamento, bombardeado y asediado desde hace más de una semana y donde hay 400.000 personas, a pesar de que hay informaciones de «familias atrapadas en zonas donde se están llevando a cabo operaciones militares».

Además de los cuatro muertos de Yabalia, Israel mató a al menos otras siete personas en el campo de refugiados de Nuseirat.

Las tropas sionistas comenzaron, además, a colocar barricadas entre el norte de la Franja y la ciudad de Gaza, en el centro, en lo que parece indicar que se trata de la consolidación definitiva de los esfuerzos israelíes para separar el norte del resto de la Franja. Desde hace varios días, el Ejército israelí está ordenando de nuevo la evacuación forzada en el norte de la Franja de Gaza a una población exhausta sometida a continuos desplazamientos y sin lugar seguro adonde ir, con el argumento de que Hamas intenta reconstituirse en la zona tras un año de conflicto.

En el norte, los hospitales que aún funcionan siguen por noveno día consecutivo bajo asedio israelí, con miles de heridos, y los cadáveres siguen en sus calles y bajo los escombros, sin poder ser recuperados.

Israel ha matado a al menos 42.227 palestinos, mayoritariamente civiles, en la ofensiva e invasión israelí del territorio, que la ONU ve fiables. GARA



EEUU enviará un sistema antimisiles y soldados

EEUU informó ayer de que enviará a Israel el sistema de defensa aérea de gran altitud terminal, o Thaad, para reforzar su capacidad ante la posible respuesta de Irán a un ataque israelí, así como soldados -por primera vez sobre el terreno- para operarlo. Israel estaría esperando ese envío para atacar a Irán por el lanzamiento de 180 misiles el 2 de octubre contra su territorio. «Esta acción subraya el férreo compromiso de EEUU con la defensa de Israel y de los estadounidenses allí ante cualquier otro ataque con misiles balísticos por parte de Irán», indicó el Pentágono.

El ministro iraní de Exteriores, Abas Araqchi, advirtió de que Teherán no tiene «líneas rojas» a la hora de defender a su gente y sus intereses, y señaló que Irán quiere la paz y trabajará por alcanzarla en Gaza y Líbano, pero que está preparado para la guerra.GARA