Qasem liderará un Hizbulah dispuesto a la lucha y abierto a negociar
Naim Qasem, nuevo líder de Hizbulah, afirmó que el movimiento chií esta dispuesto a continuar la lucha contra Israel «durante meses» y, a la vez, está abierto a negociar «con condiciones» un alto el fuego. Precisamente, EEUU envió a dos de sus asesores para preparar una posible tregua a la que Israel da largas mientras bombardea e intenta vaciar la histórica Baalbek.

«Podemos continuar durante meses», afirmó el nuevo secretario general de Hizbulah, Naim Qasem, en su primer discurso tras ser elegido para suceder en el cargo a Hassan Nasrallah, al que Israel mató hace un mes en un bombardeo contra los suburbios meridionales de Beirut.
Qasem pidió paciencia a los combatientes y a los libaneses, y exigió que a los soldados israelíes que salgan de Líbano «para reducir vuestras pérdidas; si os quedáis veréis la derrota».
«Mi programa será una prolongación del de mi predecesor. Mantendremos el programa de guerra que ha sido trazado hasta el presente», añadió, recordando que Hizbulah abrió este frente en la frontera norte con Israel para apoyar a los palestinos de la Franja de Gaza.
«No se nos debe preguntar por qué apoyamos a Gaza. Debe preguntarse al resto por qué no lo hace», sostuvo, aunque señaló que Israel no necesita una excusa para atacar Líbano, como ya lo hizo antes de la creación de Hizbulah para «poner fin a la resistencia palestina y a toda resistencia», en referencia a la invasión entre 1982 y el año 2000.
«Las resoluciones internacionales no expulsaron a Israel de nuestras tierras. Lo hizo la resistencia», recalcó Qasem, si bien denunció que desde la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aprobada en 2006, se han registrado 39.000 violaciones por tierra y mar cometidas por las tropas israelíes.
ABIERTO A NEGOCIACIONES
A la vez que subrayó la determinación en continuar con la lucha contra Israel, Qasem aseguró que Hizbulah está dispuesto a mantener negociaciones indirectas para alcanzar una tregua que ponga fin a más de un año de guerra.
Desde octubre del año pasado Israel matado a más de 2.800 personas y ha forzado el desplazamiento de otras más de 1,2 millones solo en Líbano, pero la ofensiva se agravó a principios de este mes, cuando inició la invasión del país, arrasando las localidades del sur y del este, así como barrios de Beirut, Tiro o Nabatiyeh.
«Si el enemigo decide (acordar) un alto el fuego, diremos que sí, pero con condiciones», señaló el líder de Hizbulah, que a principios de octubre -cuando ejercía de «número dos» de formación- ya apoyó las conversaciones mediadas por el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri.
En este sentido, recordó que Berri, que lidera el grupo chií Amal, es «el pilar de las negociaciones», aunque lamentó que «aún no hay un proyecto claro que esté consensuado» para poner fin a las hostilidades.
Precisamente, el gabinete de seguridad del Gobierno israelí ha comenzado a discutir las posibilidades de una tregua en Líbano, pero su ministro de Energía, Eli Cohen, indicó que «llevará tiempo».
El Ejército israelí da por cumplidos prácticamente todos los objetivos de su operación en Líbano con la muerte de buena parte de la dirección de Hizbulah y con la eliminación de infraestructura en la zona fronteriza. Asegura haber acabado con el 80% de los proyectiles con los que contaba la milicia. Con ello, prepararía el terreno para una eventual negociación, pero Hizbulah insiste en que antes de negociar debe haber un alto el fuego.
Precisamente, el Ejército israelí anunció ayer la muerte del subcomandante de la fuerza de élite Radwan, Mustafa Ahmad Shahadi, en un bombardeo en la región de Nabatiyeh. Israel ya mató en septiembre al anterior jefe de la fuerza Radwan, Ibrahim Aqil, una semana antes del ataque que acabó con la vida de Nasrallah. A pesar de estos golpes israelíes a la dirección del grupo y del desgaste de la invasión, Qasem aseguró que «Hizbulah es más fuerte cada año debido a que cuenta con más experiencia», y «ha llevado a cabo todos los preparativos ante la posibilidad de que la guerra sea larga», insistiendo en que el grupo «ha logrado encontrar a todos los reemplazos en las posiciones vacante».
Por su parte, Israel reconoce la muerte de 33 militares en el sur de Líbano y cerca de una decena más en territorio israelí próximo a la frontera.
Dos de los principales asesores de la Administración de Joe Biden llegaron a Israel para intentar acercar un acuerdo. El asesor para Oriente Medio, Brett McGurk, y el enviado especial Amos Hochstein, se reunirán con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otros altos cargos israelíes para tratar de aplicar el acuerdo preparado por Hochstein, que se basa en la resolución 1701.
El Gobierno de Biden se mueve entre el apoyo decido a Israel a pesar de las atrocidades diarias y la necesidad de aparentar poder controlar a su apoderado en Oriente Medio en plenas elecciones presidenciales cuyo resultado depende de cualquier mínimo detalle.
Tampoco se le escapa esta variante a Qasem, quien destacó en su discurso la vinculación de la ofensiva israelí con la situación política en EEUU. «¿Se alargará la guerra? Parece que las elecciones estadounidenses serán un punto de inflexión», indicó el secretario general de Hizbulah, que sugirió que «puede haber alguien que embride a Netanyahu» para detener las hostilidades.
BOMBARDEO DE LA HISTÓRICA BAALBEK
Y mientras Qasem hablaba, aviones de combate de Israel bombardearon la histórica ciudad de Baalbek -con más de 11.000 años de antigüedad y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- y otras localidades vecinas en el este de Líbano después de haber ordenado a todos los residentes que abandonaran la zona.
También fueron atacadas varias poblaciones de la región que no se encontraban incluidas en esas órdenes.
Medios libaneses resaltaron que esta es la primera vez en la que se ordena el desalojo completo de una ciudad -Baalbek- antes de proceder a bombardearla en lo que va de conflicto. Las bombas empezaron a caer mientras la gente aún se encontraba en las carreteras huyendo en esta zona densamente poblada. Miles de personas salieron sin un destino seguro, ya que Israel también bombardea Beirut o Tiro y faltan centros de acogida.
Además, al menos 11 personas murieron y otras 15 resultaron heridas en una serie de ataques aéreos de Israel contra la localidad de Sohmor, en la región de Nabatiyeh, que tuvieron como objetivo el barrio de las Monjas y que destruyeron tres edificios residenciales.
A su vez, Hizbulah reivindicó el lanzamiento de misiles y drones contra la base militar de Ein Shemer, al este de Hadera; el campamento de Eliakim, al sur de Haifa; y la base de Shraga, al norte de Acre. Israel dijo que solo dos llegaron a su territorio.
EEUU ignora más de 500 informes sobre violaciones de derecho humanitario perpetradas con sus armas
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha recibido más de 500 informes sobre el uso por parte de Israel de armas y municiones estadounidenses en acciones que violan el derecho humanitario en Gaza, pero su Gobierno no va a tomar ninguna medida para investigar el asunto, según reveló “The Washington Post”. Los informes incluyen documentos de agencias gubernamentales estadounidenses, ONG, defensores de derechos humanos y testigos presenciales, con fotografías de fragmentos de bombas de fabricación estadounidense encontradas en los lugares de bombardeos con decenas de niños palestinos muertos. Las directrices del Departamento de Estado exigen una investigación dentro de los dos meses siguientes a la recepción de los informes, pero dos terceras partes aún no se han abordado y el Departamento espera la respuesta del propio autor de las vulneraciones, el Gobierno israelí, para confirmar las circunstancias de los casos.
EEUU no solo ignora las denuncias, sino que criminaliza a quien las divulga. La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, afirmó que la relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, no era apta para su cargo y la acusó de «antisemitismo» tras el nuevo informe que constata el acelerado genocidio. Albanese dijo ayer no estar sorprendida de que ataquen a cualquiera que hable de los hechos que se están produciendo en Gaza, «y lo hacen de forma tan brutal porque se sienten interpelados, porque EEUU no es un mero observador, sino que está facilitando lo que Israel ha estado haciendo» en Gaza. Subrayó que, si bien todos los relatores especiales de la ONU reciben críticas de los países que investigan, la peculiaridad de su rol es que Israel «es el único Estado que está absolutamente protegido por la mayor parte de Occidente, lo que se llama el bloque colonial central».GARA

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