En un acto seguido por multitud de personas, el Ayuntamiento de Donostia colocó ayer frente al cuartel de Intxaurrondo una placa que guarda la memoria de Mikel Zabalza, 39 años después de su muerte tras ser detenido por la Guardia Civil y conducido a ese mismo cuartel. Su cuerpo apareció en el río Bidasoa en diciembre de 1985, veinte días después de su detención.

Natural de Orbaitzeta, trabajaba como conductor de autobuses en Donostia. Ayer, trabajadores de la compañía lo recordaron con una pancarta con el dibujo de un autobús en la que se podía leer en euskara y castellano «Hemen ez dago gidaria. Non dago? Aquí no hay condutor, ¿dónde está?».

En cuestión de minutos, la placa quedó cubierta por decenas de rosas blancas. La emoción y las lágrimas marcaron el acto, al que junto a familiares y allegados asistieron el alcalde de Donostia, Eneko Goia; representantes de los grupos municipales como Ion Insausti y Ana Lopez, del PNV; Garbiñe Alkiza -miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Ayuntamiento-, Juan Karlos Izagirre y Markel Ormazabal, de EH Bildu; o Iñaki Gabarain, del PSE. Destacó la presencia del director de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno de Lakua, Jagoba Álvarez; la vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia del Ejecutivo de Nafarroa, Ana Ollo; y el presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Xabier Ezeizabarrena.

También estuvieron presentes las víctimas de ETA Maixabel Lasa y Gorka Landaburu, y Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala, víctima del GAL, así como el abogado Iñigo Iruin y el antropólogo de Aranzadi Javier Buces.

Entre las ausencias más destacadas estuvo la de la delegada del Gobierno español en la CAV, Marisol Garmendia, que sí ha acudido a actos similares anteriores, como a la colocación hace justo una semana, el 23 de noviembre, de una placa en recuerdo de Santiago Oleaga, víctima de ETA.

El PP tampoco tampoco estuvo al considerar que este es un acto «ofensivo y desafiante» para la Guardia Civil

En declaraciones a los medios, Goia subrayó el paso dado ayer con la colocación de esta placa en «el reconocimiento de todas las víctimas que ha generado la violencia en Donostia y en busca de la verdad y la reparación».

Emocionada, Idoia Zabalza, hermana de Mikel, resaltó que para la familia, aun teniendo el apoyo de la sociedad vasca durante estos 39 años, la colocación de esta placa supone «un respaldo a lo que hemos estado defendiendo durante años». «Estamos muy felices. Ahora, aquí, queda escrito para siempre que Mikel murió en este cuartel», manifestó.

Durante el acto se recordó con dos fotografías a Idoia Aierbe, pareja de Zabalza, y a Ion Arretxe, ambos detenidos y torturados junto a Zabalza.

EH Bildu consideró que la colocación de la placa es «un paso importante en el reconocimiento público en un pueblo en el que se ha torturado sistemáticamente», y recordó que miles de víctimas de torturas siguen esperando verdad, reconocimento y reparación.

Según informaron fuentes municipales, sobre las diez de la mañana, dos horas antes de que comenzara el acto, varias personas vinculadas a Vox acudieron a las puertas del cuartel con una pancarta y colocaron junto a la valla de entrada un ramo de flores con la bandera española.