El Gobierno prohíbe al presidente de Corea del Sur salir del país
El Ministerio de Justicia de Corea del Sur impuso la prohibición de salir del país al presidente Yoon Suk-yeol, investigado por rebelión tras su efímera proclamación de la ley marcial hace seis días y empujado a abandonar el cargo por su propio partido.

El impopular Yoon Suk-yeol, es el primer presidente de Corea del Sur en ejercicio que se enfrenta a la prohibición de salir del país, impuesta por el Ministerio de Justicia mientras es investigado por rebelión.
Desde que inesperadamente declaró la ley marcial el martes por la noche, y luego obligado a derogarla después de solo seis horas, bajo la presión del Parlamento y las calles, Corea del Sur se ha visto sumida en el caos político.
Al exministro de Defensa, Kim Yong-hyun ya se le había prohibido salir del país y fue detenido el domingo para investigar su papel en la declaración de la ley marcial. El ministro del Interior, Lee Sang-min, dimitió.
Los tres están bajo investigación por rebelión pero Yoon Suk Yeol, sobrevivió a una moción para ser destituido en el Parlamento, dominado por la oposición, después de que su Partido del Poder Popular (PPP) boicoteara la votación, quedando invalidada por falta de quórum. El PPP explicó luego que obtuvo de Yoon, a cambio de este bloqueo, su promesa de retirarse y de dejar el Gobierno a su partido y al primer ministro. La oposición denunció ayer «maniobras ilegales e inconstitucionales» para mantenerse en el poder. «No importa cómo intenten justificarlo (...) este es un segundo acto de rebelión y un segundo golpe, ilegal e inconstitucional», acusó Park Chan-dae, jefe del Partido Demócrata (principal fuerza de la oposición) en Parlamento.
La Constitución de Corea del Sur estipula que el presidente sigue siendo el jefe del Gobierno y de las fuerzas armadas a menos que no pueda asumir sus funciones (si cae en coma, por ejemplo), dimita o sea acusado. En estos casos, el primer ministro asume el poder hasta que se celebren nuevas elecciones.
Afirmar que Yoon puede permanecer en su cargo, cediendo sus poderes al primer ministro y al PPP, es «una violación flagrante de la Constitución, sin ningún fundamento jurídico», criticó Park Chan-dae. La situación se asemeja a un «golpe silencioso», según Kim Hae-won, profesor de derecho constitucional en la Facultad Nacional de Derecho de Busan.
Las autoridades también citaron para interrogar al comandante de la efímera ley marcial, a quien también se le prohibió salir del país, al igual que al jefe de contraespionaje. A pesar de todo, el Ministerio de Defensa afirmó que Yoon Suk Yeol sigue al frente del las fuerzas armadas del país.
Yoon se disculpó el sábado por declarar la ley marcial, pero no renunció. Luego justificó su golpe por su «desesperación como presidente», mientras el Parlamento torpedeaba prácticamente todas sus iniciativas. Al proclamar la ley marcial, dijo que quería proteger a Corea del Sur de las «fuerzas comunistas norcoreanas» y «eliminar elementos hostiles al Estado». Soldados y policías cercaron el Parlamento, pero no pudieron impedir que 190 diputados entraran a votar el levantamiento de este estado de excepción y que miles de personas exigieran la dimisión de Yoon.

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