Cinco personas, entre ellas un niño de tan solo 9 años de edad, fallecieron en el ataque perpetrado en la noche del viernes contra un mercado de navidad en la ciudad alemana de Magdeburgo, ubicada a unos 130 kilómetros de la capital, Berlín. El presunto autor del atentado es un hombre de origen saudí que accedió con un vehículo de alquiler al mercado y recorrió un tramo de 400 metros, arrollando a la multitud. Hay 200 heridos, 41 de ellos en estado graves.

El primer ministro de Sajonia-Anhalt, Reiner Haselhoff, indicó que el conductor, identificado como Taleb A., actuó solo y fue detenido tras el ataque. Se trata de un médico saudí de 50 años que lleva en Alemania desde 2006 y que cuenta con un permiso de residencia permanente. Al parecer, había adquirido cierta notoriedad por su islamofobia.

“Der Spiegel” y el diario “Frankfurter Rundchau” destacaron ayer su abandono de la fe musulmana y su cercanía a la extrema derecha alemana.

En una entrevista con el diario “Frankfurter Allgemeine” publicada en 2009, se definió como «el crítico más grande del Islam en toda la historia». Poco después, la distancia que había tomado ante el Islam se convirtió en un rechazo abierto a la política migratoria alemana.

En noviembre publicó en su cuenta de la red social X un mensaje en el decía que Alemania tenía que proteger sus fronteras de la migración ilegal. Y acusó a Merkel de poner en marcha un supuesto plan para islamizar Europa «con su política de fronteras abiertas».

En otros mensajes en redes sociales mostraba abierta simpatía por la AfD, porque decía que era el único partido que combatía el Islam en Alemania. De hecho, Taleb A. quería fundar junto con AfD una academia para exmusulmanes en Alemania, según “Der Spiegel”.

Y hace sólo una semana se difundió una entrevista suya a través de un blog islamófobo en EEUU en la que sostenía que el Estado alemán tenía una operación secreta para perseguir a exmusulmanes saudíes en todo el mundo y, al mismo tiempo, concedía asilo a yihadistas sirios. En otro mensaje de X, luego borrado, anunciaba venganza.

Lo ocurrido está siendo investigado como un «atentado», aunque Horst Nopens, fiscal de Magdeburgo, no precisó si se trata de un «delito de terrorismo». «Debemos valorar dispositivos de almacenamiento de datos, ordenadores, dispositivos móviles y, al final, sabremos o esperamos saber qué le movió», señaló.

Haseloff, por su parte, afirmó que lo ocurrido este viernes no es en modo alguno una coincidencia, sino una «sincronización temporal» deseada por razones «políticas».

La Policía de Magdeburgo deberá esclarecer cómo el hombre pudo entrar en el mercadillo de Navidad, en pleno centro y al lado del Ayuntamiento, dado que las ciudades alemanas han reforzado la seguridad de estos lugares con bolardos tras el atentado perpetrado en Berlín el 19 de diciembre de 2016, en el que murieron 13 personas atropellados por un camión.

«BÁRBARO Y DEMENCIAL»

Las reacciones no se hicieron esperar. Uno de lo más contundentes fue el canciller alemán, Olaf Scholz, que censuró este «acto demencial»: «No hay lugar que represente tanto la paz como un mercadillo navideño. Que acto tan bárbaro y demencial es irrumpir en él para matar y herir a la gente».

«Tenemos que estar juntos, no podemos permitir que el odio impere en nuestra vida cotidiana», añadió.

El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, dijo estar «consternado por la horrible noticia de Magdeburgo», y traslado su pésame a las familias de las víctimas. «La UE está con Alemania», remarcó en las redes sociales.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también mostró su apoyo a las víctimas de este «acto brutal y cobarde». «Mi más sentido pésame para los familiares y amigos, y mi agradecimiento a la policía y a los rescatistas», incidió.

Otros dirigentes, como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el primer ministro británico, Keir Starmer, o el presidente francés, Emmanuel Macron, mostraron su pesar por lo ocurrido en Magdeburgo. «Pienso en las víctimas, en los heridos, así como en sus seres queridos y sus familias. Francia comparte el dolor del pueblo alemán y expresa su plena solidaridad», agregó el inquilino del Eliseo.

POLÉMICA RESPUESTA DE ORBÁN

Muy diferente fue la reacción del primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, uno de los rostros más conocidos de la extrema derecha europea. «Expresamos nuestra condolencia y dolor a las familias de las víctimas del acto terrorista en Alemania y al pueblo alemán en general. Estamos con ellos tras este atentado terrorista, que desgraciadamente se produce ya casi todas las Navidades», apuntó antes de afirmar que «estos fenómenos sólo existen en Europa desde la crisis migratoria».

«No cabe duda de que existe un vínculo entre el cambio del mundo en Europa Occidental, la afluencia de inmigrantes, la inmigración ilegal y los actos terroristas», enfatizó Orbán ante los medios de comunicación en Budapest.