Tigres, leones y otras fieras
Si escribo el nombre de Sonia Martínez aquí, a muchas de las personas que lo lean ni siquiera les sonará. Sin embargo, probablemente se os haga conocido “Tres dos uno contacto”, “Dabadaba” o Torrebruno. Bien, pues Sonia Martínez fue la mujer que estuvo directamente relacionada con el éxito de los dos programas, y diría que también con el de Torrebruno.
Hay personas a las que las cámaras “aman”, tienen un magnetismo especial y no siempre está ligado a la belleza que establecen los cánones del momento. Sonia Martínez era una de esas personas; además de ser bella, era magnética, simpática e inteligente ante las cámaras. Pero su vida acabó demasiado pronto (tenía treinta años), debido precisamente a su éxito en la televisión y a todo lo que rodeaba a la “gestión” de la fama en los ochenta. La falta de un entorno donde refugiarse, la adicción a la heroína y el sida acabaron con ella. El pasado mes de diciembre se estrenó en TVE el documental “La última noche de Sonia Martínez”. En la película, se realiza un repaso contextualizado de la trayectoria de una de las presentadoras más brillantes que han pasado por la televisión estatal, arrojando luz acerca de los motivos de su caída. Demasiadas cosas quedan sin esclarecerse (despidos, acoso, etc.). Sonia Martínez pasó sus últimos meses prostituyéndose en la casa de campo de Madrid para poder sobrevivir, murió sola, pero hubo cámaras en su funeral.

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