Ramón SOLA
DONOSTIA

Cita clave en Bilbo por el cierre definitivo de décadas de sufrimiento

«Behin betiko konponbidea, elkarbizitza, bakea». Este será el lema de la pancarta que a partir de las cinco de esta tarde surcará la calle Autonomía de Bilbo, en el llamamiento realizado por Sare para dar un gran impulso ciudadano a la solución definitiva de las consecuencias del conflicto político y armado.

Familiares en la marcha de hace un año, con la calle Autonomía abarrotada.
Familiares en la marcha de hace un año, con la calle Autonomía abarrotada. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

La cita es de nuevo el segundo sábado de enero, a partir de las 17.00, en La Casilla de Bilbo. El objetivo, «sellar todas las consecuencias de décadas de confrontación y sufrimiento», como ha venido explicando Sare estas últimas semanas. Y hacerlo definitivamente, «behin betiko». Ello se traduce en la demanda de un futuro sin presos y presas derivadas de ese conflicto, en un contexto en el que aún rigen leyes y prácticas excepcionales. También en resolver la cuestión de las víctimas de las diferentes violencias acaecidas en nuestro país. Rosa Rodero y Ane Muguruza, muy representativas, estarán entre quienes porten la pancarta de cabeza.

Junto a ellas caminará en esa cabecera un grupo de personas reflejo de la pluralidad de esta reivindicación, mayoritaria a nivel social: el histórico militante independentista y exalcalde de Bergara José Luis Elkoro, la integrante de Bake Bidea Emilie Martin, el periodista Martxelo Otamendi, la activista vasca-saharaui Garazi Hach Embarek, la profesora de la UPV-EHU Arantza Aldezabal, la abogada Amaia Izko, el actor Patxi Bisquert, Eba Ferreira (presidenta de Harrera)...

En representación de los familiares, Rafael Larretxea estará en este grupo de cabeza. Más atrás caminarán las allegadas y allegados de los 122 presos y presas, para quienes esta movilización supone un «arrope increíble» a nivel emocional, como apuntaba hace una semana en estas páginas Ana Sarobe.

Para Gorka García, coordinador de Etxerat, «tras conseguirse la repatriación ya dijimos que entrábamos en otra fase, la del retorno a casa, y hay que encarar esta txanpa con fuerza. Ahí están la ley 7/2003 y sus efectos: hay que empujar para superarla lo antes posible y que las personas presas tengan sus derechos intactos. Toca combatir el riesgo de relajación y llenar las calles para este último impulso».

La marcha ciertamente vuelve a concitar más apoyos expresos sindicales que políticos. Así, desde ese ámbito se adhieren ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru, EHNE, CGT, CNT y Etxalde, que ya se movilizaron juntos el pasado 20 de diciembre, abriendo el ciclo de movilizaciones navideñas en las capitales y otras localidades, que se cerrará hoy.

Desde el ámbito político, hay adhesión explícita de EH Bildu y EH Bai, y una aportación importante desde Catalunya: Junts, ERC y CUP enviarán sendas delegaciones a Bilbo, al igual que hará esta vez Més Per Mallorca, fuerza ahora representada en el Congreso español.

AMBIENTE FESTIVO Y BIZUMKADA

La marcha discurrirá por el recorrido habitual, desde La Casilla hasta la Casa Consistorial, donde tendrá lugar el acto final. En el recorrido se dispondrán entre 450 y 500 personas voluntarias para que todo salga a la perfección y para encargarse también de recoger aportaciones para financiar una iniciativa multitudinaria. Este año se ha puesto en marcha además la iniciativa Bizumkada Nazionala, con la que Sare recoge ingresos para continuar desarrollando su labor, que se prolonga ya más de una década.

Durante la mañana habrá ambientación festiva en las calles del Casco Viejo, con trikitilaris, dulzaineros, gigantes, cabezudos... «Trasladaremos esta reivindicación con alegría», subraya Sare.