Nagore BELASTEGI

Generación beta; los milenial se convierten en abuelos

Una nueva generación comienza este año 2025, la beta, la segunda de la era digital tras la alfa, los actuales niños y niñas. Sus integrantes crecerán en un mundo en el que la inteligencia artificial y la automatización estarán completamente integradas y tendrán conciencia social y climática, según apuntan los expertos.

Malala Yousafzai, icono activista de la generazión Z por reivindicar la educación de las niñas en Pakistán.
Malala Yousafzai, icono activista de la generazión Z por reivindicar la educación de las niñas en Pakistán. (Leandro CHEMALLE | EUROPA PRESS)

Los milenial se han echado las manos a la cabeza al darse cuenta de que ya hay otras tres generaciones posteriores a la suya. Ellas, que crecieron viendo “Dragoi Bola” en ETB1 y jugando a la goma en el parque, han parido a la última hornada de la generación Alfa -que va después de la zeta- y ahora dejarán su descendencia en la generación Beta. Es más, habrá milenials que serán los abuelos y abuelas de algunos beta, y eso es duro de asumir para quienes se creen jóvenes y sienten que estamos aún en los 2000. No en vano han pasado 25 años desde que Fermin Muguruza tatuó en nuestro cerebro aquello de “Dub Manifest”. Pero no estamos aquí para ponernos nostálgicas, sino para hablar de quienes serán el futuro de la humanidad y de cómo se prevé que sean, según el mundo que les estamos dejando. De hecho, mirar al pasado es importante para realizar predicciones, pues las generaciones pasadas serán las que enseñen el camino, por sus aciertos y sus errores, a los nuevos habitantes del mundo.

La generación beta estará formada por las personas nacidas entre 2025 y 2039. Eider -la primera bebé nacida en Euskal Herria este año, en Baiona-, como todos sus contemporáneos, se enfrentará a un mundo «absolutamente diferente», según los demógrafos. No hay más que ver lo mucho que ha cambiado todo en pocos años, y todo apunta a que el curso de la historia seguirá ese ritmo vertiginoso.

La vida de Eider estará marcada por la inmersión en la inteligencia artificial (IA) y la tecnología, aún más que la generación alfa (2013-2024), por lo que uno de los mayores retos será un uso adecuado de las mismas. La generación zeta estuvo marcada por el uso de las redes sociales y la alfa, por los mundos virtuales. Así, la IA generativa está definiendo el momento en el que los beta llegan al mundo. Su experiencia vital estará determinada por la IA y la automatización estará integrada en su vida cotidiana en aspectos como la educación, el trabajo, la atención médica o el entretenimiento.

«Prevemos que la generación beta encarnará el equilibrio entre la hiperconectividad y la expresión personal. Redefinirán lo que significa pertenecer, combinando las relaciones en persona con las comunidades digitales globales», comenta el investigador y demógrafo australiano Mark McCrindle, que augura estas personas que desarrollarán un fuerte sentido de la individualidad.

Así, su experiencia estará definida por los nuevos avances tecnológicos, pero también por las crisis climáticas, que serán los grandes desafíos de esta generación. Es por ello que tendrán una conciencia mayor sobre estos temas, y la sostenibilidad no será una simple elección, sino una preocupación real.

Otro de los aspectos a remarcar es que la generación beta será testigo de la transición demográfica total. Mientras las tasas de fertilidad son cada vez menores, la esperanza de vida aumenta. Deberán, por tanto, reorganizar el mundo, según los expertos, porque habrá el doble de mayores que de niños. De ese modo, consideran que, dado que faltará mano de obra, no habrá tanta precariedad.

QUÉ DEFINE UNA GENERACIÓN

Ya se hacen chistes en internet sobre cómo se comunica cada generación: Baby Moomer (1946-1964), X (1965-1980), Milenial (también conocida como Y, 1981-1996) o Zeta (Z, 1997-2012) -las cuatro generaciones que hoy comparten espacio virtual-. Al parecer, se puede saber a cuál pertenece cada usuario dependiendo del tipo de respuesta que da en WhatsApp o el diseño de una historia publicada en Instagram.

Aun así, la división de generaciones es algo que no pone de acuerdo a todos los demógrafos. También en la actualidad hay quienes dudan sobre si tiene sentido iniciar una nueva generación independiente a los alfa, aunque tal vez teniendo en cuenta que a sus predecesores se les conoce también como «pandemial» y, en teoría, los beta no van a pasar por esa situación, estaría más que justificado.

El concepto de generación está condicionado por la identidad colectiva y este factor es relativo dependiendo del contexto socioeconómico. Para entendernos, es el enfoque occidental el que define qué tipo de experiencias sociales comparten quienes han nacido y crecido en un periodo determinado.

Los boomer se caracterizan por defender los valores familiares y tener estabilidad financiera; los X valoran su independencia y pragmatismo; los milenial son ciudadanos del mundo y se adaptan a diferentes situaciones; los zeta se decantan por el aprendizaje constante frente al beneficio económico; y los alfa han llegado en un tiempo completamente tecnológico. Los beta serán la segunda generación de la era digital, la segunda del siglo XXI. Aunque todavía no se sabe qué pasará los próximos años, es seguro que su identidad estará marcada por la tecnología y los expertos apuntan a que crecerán en un entorno donde la inteligencia artificial y la automatización estarán completamente integradas. Por ello, sabrán utilizar las herramientas digitales a la perfección, sin periodo de adaptación.

SEMBRANDO LAS FLORES DEL FUTURO

Los beta serán criados por los milenial y los zeta, padres y madres que por sus vivencias pasadas actualmente le dan importancia a la adaptabilidad, la igualdad y la conciencia ecológica. Por ello, según McCrindle, los que nazcan a partir de este año tendrán una mentalidad más global y colaborativa que nunca, y «su educación enfatizará la importancia de la innovación no solo por conveniencia, sino para resolver los desafíos apremiantes de su tiempo». Sus progenitores les transmitirán también lo que han aprendido sobre internet y las redes sociales, y recibirán una educación digital más responsable y consciente, ayudándoles a evitar peligros en terrenos pantanosos, en temas como la privacidad.

La generación Z, los jóvenes adultos actuales, han liderado numerosas luchas sociales y de ellas han surgido figuras importantes a nivel mundial, como la ecologista sueca Greta Thunberg o la pakistaní Malala Yousafzai, activista por la educación de las niñas. Ese impacto hace que los analistas se muestren optimistas con las generaciones alfa y beta, y crean que crecerán con una mente más global y defiendan el valor de la colaboración a la hora de enfrentarse a los retos del futuro. Tal vez nuestra pequeña Eider también sea una revolución social y termine logrando un Premio Nobel.