GARA
BRASILIA

Bolsonaro, acusado de planear matar a Lula y de intento de golpe de Estado

La Corte Suprema de Brasil analizará si juzga al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, imputado el martes por el intento de golpe de Estado en 2022 y por haber aceptado un plan para envenenar a su rival y actual mandatario, Lula da Silva, tras perder las elecciones, un anuncio que sacudió a la mayor democracia latinoamericana.

Jair Bolsonaro, el martes.
Jair Bolsonaro, el martes. (Lucio TÁVORA | CONTACTO)

El proceso contra el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro ya está en marcha en la Corte Suprema de Brasil, que ayer le notificó la denuncia de la Fiscalía que le acusa de «liderar» un complot golpista para anular la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones de 2022.

La Procuraduría General de la República presentó cargos contra Bolsonaro y 33 colaboradores, incluidos exministros y altos rangos militares, por incitar y ejecutar actos contra el Estado de derecho. Bolsonaro está a un paso de sentarse en el banquillo por cinco delitos, entre ellos «tentativa de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho», «golpe de Estado» y «organización armada para delinquir». Le acusa también de barajar un plan para matar a Lula da Silva envenenándolo, por los que puede ser sentenciado a 40 años de prisión.

Fuentes judiciales prevén que el juicio terminará este mismo año, a fin de evitar entrar en 2026 con la causa abierta y contaminar el ambiente electoral de cara a las presidenciales de octubre de ese año. Bolsonaro está inhabilitado hasta 2030 por mentir sobre el sistema de votación.

Según la denuncia, el expresidente se rodeó del núcleo duro de su Gobierno y de militares de alto rango para poner en marcha «un plan criminal» con fines golpistas que empezó a fraguarse en 2021, cuando el Supremo anuló las condenas por corrupción a Lula, lo que le permitió poder presentarse a las elecciones de 2022. Con su derrota en las urnas, Bolsonaro buscó «encontrar una forma de convencer a las Fuerzas Armadas de adherirse al golpe», según la declaración de su antiguo ayudante personal, el teniente-coronel Mauro Cid, clave en la investigación.

El supuesto golpe, que según la Fiscalía no se consumó por falta de apoyo institucional de los altos mandos militares, incluía decretar el estado de sitio, anular las elecciones y establecer «un nuevo orden».

La Fiscalía también afirmó que Bolsonaro tuvo «conciencia» y «aceptó» un plan llamado «Puñal verde amarillo» de miembros de las fuerzas armadas que preveía matar a Lula envenenándolo.

Su «último intento a la desesperada» fue el 8 de enero de 2023, cuando sus simpatizantes atacaron las sedes de los tres poderes en Brasilia, «incentivados» por Bolsonaro y sus colaboradores, aseguró.