No sorprende que Saski Baskonia se haya tenido que volver de vacío de su doble visita de Estambul. Por desgracia, más que la derrota, lo que molesta del tropezón de ayer es que los de Pablo Laso reaccionasen tarde, luego de verse con 18 puntos de desventaja. Con todo, los gasteiztarras llegaron a arrimarse a cuatro puntos a un Fenerbahçe que se relajó antes de tiempo y terminó pidiendo la hora.

Ciertamente, en situaciones normales Saski Baskonia hubiera ganado este duelo, ya que dispuso de no menos de siete posesiones para acercarse más aún que esos cuatro puntos del 80-76, pero cometió todos los fallos posibles en forma de malas decisiones. Y cuando, con el citado 80-76 y el reloj consumiendo sus últimos granos de arena, logró robar el balón y salir a la contra, Rogkavopoulos, uno de los jugadores que más padeció esa ciclotimia baskonista, erró debajo del aro por no levantar la cabeza y mirar a sus compañeros, y el conjunto de Saras Jasikevicius rubricó su triunfo con una bandeja de Guduric.

De saque, sorprendió Pablo Laso con un «triple poste» en el quinteto titular, metiendo a Samanic y Moneke, junto a Rogkavopoulos, al tiempo que Sedekerskis y Forrest -12 puntos y 12 asistencias para el base- fueron únicos en mantener la condición de jugadores presentes en el salto inicial.

El inicio baskonista fue prometedor, yéndose 4-9 en el marcador. Por desgracia, resultó un puro espejismo. Sin hacer nada del otro mundo, pero con el impulso de Melli y el exbaskonista Wade Baldwin, Fenerbahçe volteó el marcador con un parcial de 13-0, preludio de una primera mitad totalmente malgastada por los de Pablo Laso, que alcanzaron los vestuarios con un 46-32 adverso y una sensación de apatía bastante alarmante.

La disparidad de valoración, 61 a 27, era un factor que mostraba a las claras qué equipo iba a por el partido y qué otro no, al menos en la primera mitad del duelo.

DEMASIADAS PRISAS

Al poco de arrancar la reanudación, Fenerbahçe se adelantaba 57-39 y casi nadie hubiera apostado por la entrada a las bravas en el partido de Saski Baskonia. Pero así pasó, con Rogkavopoulos y Sedekerskis liderando un parcial de 0-8.

Fenerbahçe jugó con excesiva suficiencia, tratando de mantenerse con más de diez puntos de renta. La entrada en juego de hombres como Moneke o Luwawu-Cabarrot, por no hablar de un Forrest despierto, llegó a poner a los gastiztarras a siete puntos, aunque al final del cuarto los otomanos volvían a irse 72-59.

Parecía que la ventana de oportunidad del Baskonia había pasado ya, pero no, porque Fenerbahçe perdía todo el acierto y se pasó más de tres minutos y medio sin anotar. No obstante, el marcador se encalló en el 74-69 durante ese espacio de tiempo, minutos en los que el ataque baskonista pecó de inmadurez y en el que las buenas decisiones brillaron por su ausencia.

Una antideportiva de Wade Baldwin volvió a dar a los de Laso una oportunidad extra, ya con el cronómetro achuchando. Ahí llegaron otros fallos en forma de tiros libres, pese a que Saski Baskonia logró arrimarse hasta el 80-76.

Sin embargo, esa inmadurez volvía a traicionar al Baskonia, teniendo que volver de vacío de Estambul. Mañana toca visitar la cancha del Breogán en Lugo, sin que los de Laso se puedan permitir esas lagunas también en la ACB.