GARA
BILBO
TRAS LA FINAL DE LA EUROPA LEAGUE

EH Bildu y el tejido vecinal cuestionan el entusiasta balance institucional

Gobierno de Lakua, Diputación y Ayuntamiento de Bilbo hicieron ayer un balance muy positivo de la final europea en San Mamés. EH Bildu cree por contra que han quedado de relieve las costuras de la ciudad ante un evento de este calibre y pide un análisis riguroso de costes y beneficios. Las asociaciones vecinas de la villa mostraron su protesta.

Operarios municipales limpian los accesos a San Mamés. A la derecha, manifestación de   protesta en el Arenal.
Operarios municipales limpian los accesos a San Mamés. A la derecha, manifestación de protesta en el Arenal. (Oskar MATXIN EDESA, Aritz LOIOLA | FOKU)

Mientras algunos rezagados hinchas ingleses desfilaban maleta en mano, algunos felices, otros devastados, por las calles más céntricas de Bilbo en su regreso a casa, representantes institucionales hicieron un primer balance del impacto que la final de la Europa League ha dejado en la ciudad y alrededores. Y la lectura oficial fue muy positiva, con valoraciones rayanas con la euforia.

Por ejemplo, la del alcalde de la villa, quien dijo estar «orgulloso, satisfecho y muy agradecido» porque Bilbo ha conseguido ser «la capital europea del fútbol» y ha estado «a la altura de las circunstancias».

Tras expresar su agradecimiento a la ciudadanía, por haber «soportado las molestias», a los sectores del comercio, hostelería, hotelería, alojamientos y de servicios, a los medios de comunicación, a Ertzaintza y Policía Municipal y al resto de instituciones implicadas, Juan Mari Aburto dijo que para la corporación que él preside la celebración de la final de la UEFA Europa League ha supuesto «la culminación de un sueño», un sueño que «empezó cuando Bilbao apostó fuerte por traer eventos deportivos a aquel nuevo San Mamés por el que apostaron las instituciones vascas», y tras «aquella Eurocopa que se le quitó a Bilbao con malas excusas, malas intenciones y mucho dinero por medio».

«Es la realidad de lo que supone el esfuerzo y el estilo bilbaino, el de pelear, el de trabajar hasta conseguir el obje- tivo», remarcó, para destacar que han conseguido que la UEFA diera dos finales a Bilbo, la Champions League femenina, que obtuvo el récord de asistencia de una final femenina de Champions en 2024, y esta final de la Europa League.

El alcalde sostuvo que Bilbo «se siente orgullosa de volver a ser reconocida como ciudad de eventos internacionales por nuestra calidad en la organización y preparación», y celebró que «de nuevo ha aparecido en el mapa internacional, dando ejemplo de ciudad sin complejos, preparada, hospitalaria, multicultural, abierta, acogedora, de presente y de futuro».

IMPACTO ECONÓMICO

Aburto reconoció que todavía no disponen de los datos económicos, pero aun así sostuvo que la final ha supuesto «una inyección de trabajo extra, de empleo y de recaudación». Este tipo de eventos, indicó, se hacen «para mover la economía y potenciar el empleo». «Cada euro recaudado moverá la economía de Bilbao, del resto de Bizkaia y de Euskadi».

En parecidos términos se pronunció la diputada de Promoción Económica, Ainara Basurko, quien en entrevista en Radio Euskadi defendió que el retorno económico generado por la final de la Europa League multiplicará «por muchísimo» la inversión realizada.

También desde la Diputación, su portavoz, Leixuri Arrizabalaga, declaró que Bizkaia «no ha tocado techo» a la hora de albergar eventos de proyección internacional. En rueda de prensa, y tras destacar que los responsables de la UEFA felicitaron a las instituciones vascas por «la buena organización, el buen recibimiento y la acogida» -Aburto leyó un mensaje en esos términos del director de UEFA Events, Martin Callen-, Arrizabalaga incidió en que «estos éxitos nos posicionan para seguir organizando eventos de esta magnitud porque, además de dejar un importante impacto económico, fortalecen la marca Bizkaia».

Satisfacción también del consejero de Seguridad, para quien la final ha sido «una oportunidad para demostrar la capacidad de organización que Euskadi tiene para atraer eventos de todo tipo». En declaraciones a los medios en Zarautz, Bingen Zupiria sostuvo que este evento «refuerza nuestra imagen de país», de modo que «tenemos todos motivos para estar contentos».

ESCENARIO Y FIGURANTES

Frente a esta unanimidad institucional, EH Bildu consideró sin embargo que lo vivido el martes y el miércoles «ha dado señales de los límites que tiene Bilbo para acoger este tipo de macroeventos». «Muchos vecinos y vecinas, sobre todo de determinadas zonas de Bilbo, están manifestando su hartazgo ante un evento en el que Bilbao es el escenario principal, pero los y las bilbotarras no son más que figurantes», expuso la portavoz municipal de la coalición, María del Río. Cuestionó además el impacto económico oficial del evento «y cómo lo calculan algunos», por lo que valoró que «sería necesario un análisis riguroso de los posibles costes y beneficios sin ejercicios de autocomplacencia».

Ese malestar vecinal tomó cuerpo en una nota de la Federación de Asociaciones Vecinales, donde se denuncia que Bilbo «ha vuelto a ser una ciudad colapsada por el espectáculo» de la final europea y destaca que, «mientras las autoridades y sectores económicos destacan el impacto positivo del evento, la ciudadanía no siente lo mismo». A su juicio, la celebración de grandes eventos «plantea la necesidad de evaluar cuidadosamente su impacto, sin hacerse trampas, sin falsear las cifras», y señala que el impacto de la final en la vida cotidiana ha sido «evidente». La Federación critica además que «a pesar de haberse habilitado zonas exclusivas para las aficiones, se han reportado incidentes como peleas, vandalismo y robos en Bilbao y Donostia, generando preocupación entre los residentes».



Movilización de protesta en Alde Zaharra

Uno de los puntos de mayor afluencia de fue Alde Zaharra, donde se vivieron, sobre todo en Plaza Barria, escenas muy poco edificantes por parte de la hinchada inglesa. Ayer, diferentes grupos del barrio, como la asociación vecinal Bihotzean, la plataforma Sos Alde Zaharra, el grupo feminista Kalamiak, Ernai, el sindicato de vivienda AZET o los grupos de apoyo a Palestina BDZ y Bilbo-Palestina convocaron una manifestación a las 20.00 horas para denunciar lo vivido.

Según dijeron, la final de la Europa League ha mostrado las «terribles consecuencias» que el modelo de ciudad que impulsa el Ayuntamiento provoca entre los vecinos y vecinas: «la especulación sobre la vivienda, la mercantilización del espacio público, la invasión de calles, plazas y parques… Además de actitudes machirulas, sionistas y un desfase insoportable, atacando la vida de barrio».

«Llevamos años denunciando que el Ayuntamiento quiere convertir nuestros barrios y viviendas en negocios, anteponiendo los beneficios de unos pocos al bienestar general. Quieren vender la ciudad, pero se les ha olvidado que ante sus negocios estaremos los vecinos. No permitiremos que nuestros barrios se conviertan en parques temáticos en beneficio del capital privado», avisaron.

El alcalde declaró por su parte que que comprende «perfectamente» las quejas y sostuvo que tratan de «minimizar» las molestias que pueden ocasionar eventos de este calibre, pero pidió quedarse con «la alegría y la fiesta del fútbol», «sin restar el más mínimo ápice de importancia a los actos vandálicos y los comportamientos incívicos de unos energúmenos».



INSTITUZIOAK POZARREN; EH BILDU ETA AUZOKIDEAK, EZ

Europa Leagueko finala igarota, haren balantzea egin zuten atzo Lakuak, Aldundiak eta Bilboko Udalak, eta hiru erakundeek bat egin zuten balorazio oso positiboa egitean. Hiria hitzorduaren neurrira egon zela nabarmendu zuen alkateak, eta halako ekitaldi handiak antolatzeko gaitasuna erakutsi zuela. Inpaktu ekonomiko handia izango duela aipatu zuten, nahiz eta daturik ez eman. EH Bilduk analisi zehatza egiteko eskatu zuen eta auzokide asko gogaituta daudela esan zuen. Auzokideen Elkarteetako Federazioak ezinegon hori berretsi zuen.