Ion SALGADO
GASTEIZ

Una ley y dos formas de responder a la emergencia habitacional

Una iniciativa sobre la reforma de la Ley de Suelo, presentada por Sumar en la Cámara de Gasteiz, ha mostrado que existen dos formas, muy diferentes, de responder a la emergencia habitacional. La de la izquierda y la de Lakua. Esta última, avalada por el PP.

Imagen de archivo de edificios en construcción en Zarautz.
Imagen de archivo de edificios en construcción en Zarautz. (Gorka RUBIO | FOKU)

Ampliar o reducir la reserva de suelo destinada a la construcción de vivienda protegida. Esta cuestión ha puesto de manifiesto la existencia de dos bloques en el Parlamento, el formado por los grupos de izquierda -EH Bildu y Sumar- y el representado por los dos partidos que componen el Gobierno de Lakua -PNV y PSE-, que ayer contaron con el apoyo del PP en su afán por disminuir el porcentaje de suelo destinado a vivienda social.

El único representante de Sumar, Jon Hernández, inició el debate con la defensa de una proposición no de ley en la que se rechazaba dicha reducción, que todavía no ha sido detallada por el Ejecutivo. En concreto, el parlamentario proponía «no disminuir en ningún caso las reservas mínimas del 75% del suelo urbanizable, destinando dicha reserva al alquiler protegido».

«Frente a esa intención del Gobierno Vasco de reducir los porcentajes de reserva de vivienda protegida, planteamos un incremento de la reserva de suelo. Esto aseguraría no solo la existencia de una oferta suficiente de vivienda asequible en el futuro y el aumento de la vivienda protegida en respuesta a esa demanda existente, sino que también contribuiría a desacoplar el precio del suelo del mercado especulativo», apuntó Hernández, que abogó por «avanzar en un modelo de desarrollo urbano que no esté basado en la rentabilidad económica».

En el mismo sentido se pronunció el parlamentario de EH Bildu Xabier Astigarraga, que advirtió de que «supeditar la ley a las necesidades de rentabilidad del mercado siguiendo la fracasada senda neoliberal solo llevará a un aumento de los precios y del negocio de unos pocos, empeorando la situación y perspectivas de futuro de las mayorías que no pueden acceder a una vivienda digna». Algo que consideró «totalmente inaceptable».

EH Bildu propuso modificar la ley de 2006 para que la reserva de suelos para la construcción de viviendas sometidas a algún régimen de protección pública sea «el máximo que permita la viabilidad económico-financiera de los planeamientos urbanísticos municipales, respetando los estándares mínimos» establecidos por la norma vigente.

«EL 75% DE 0 ES 0»

PNV y PSE respondieron a las críticas, y aprobaron un texto genérico en el que se insta a Lakua a impulsar una reforma de la Ley de Suelo «con el objetivo de reforzar la función social de la vivienda, agilizando los trámites de los instrumentos urbanísticos de competencia municipal y priorizando la movilización de suelo para vivienda asequible y protegida, contando para ello con el informe que está elaborando el Foro Social de Vivienda y Urbanismo».

El jeltzale Jonatan Moreno defendió los cambios que baraja Lakua, incidiendo en que «el 75% de 0 es 0. Y los y las jóvenes vascos no pueden esperar a que sus discursos puristas y filosóficos tomen tierra. Necesitan soluciones ahora. Soluciones, para ayudarles a dar forma a sus proyectos de vida, sus proyectos de futuro, que no coinciden precisamente con la forma de ver la vivienda que tienen Sumar y Bildu en este Parlamento».

Desde el PSE, Adrián Fernández señaló que «el parque público de vivienda no se construye con palabras bonitas. Se hace con obra, con suelo y realismo». «Y seamos realistas. La disponibilidad de suelo, la situación del suelo que vivimos, por ejemplo, en Donostia, no es la misma que vivimos en Gasteiz. Allá donde haya margen para construir el 75 % de vivienda protegida, seremos los primeros en defenderlo. Allá donde se pueda aumentar incluso ese 75% al 100% vamos a ser los primeros en defenderlo», aseguró.