Europa busca campeón y nuevos hitos entre ilusiones e incógnitas
Suiza acoge hasta el próximo 27 de julio la 14ª edición de la Eurocopa, con España e Inglaterra como principales candidatas al título. Polonia y Gales debutan, el relevo generacional se hace notar y se batirán récords de asistencia y premios económicos.

El Arena de Thun levantará hoy el telón de la 14ª edición de la Eurocopa. 16 selecciones se encuentran ya en Suiza con la ilusión de suceder a Inglaterra en el palmarés del torneo, con el vigente campeón como principal candidato a la victoria junto a la selección española, con la que mantiene un apasionante tête à tête en los últimos tiempos.
Puede pasar de todo de aquí al 27 de julio, cuando el St. Jakob Park de Basilea acoja la final, pero las expectativas son altas y las incógnitas numerosas, también en el terreno extradeportivo. Habrá récord en el apartado económico porque se repartirán 41 millones de euros en premios, frente a los 16 de hace tres años, y la asistencia también debería marcar un hito porque se han vendido ya 600.000 entradas, que supera el número de asistentes que registró la Eurocopa de Inglaterra.
Pero tras el éxito rotundo de aquella edición, en la que se volcó todo el país, la cita helvética genera alguna duda. No tanto porque a las diferentes administraciones de un país en el que se mira mucho el destino del dinero público les haya costado más o menos rascarse el bolsillo para sostener la logística y la infraestructura que requiere la organización de un torneo de este calibre, como por la respuesta de los propios suizos, que no son el público más ardoroso ni de momento cuentan con el fútbol femenino entre sus principales aficiones. Algo que podría cambiar, precisamente, con la celebración del torneo. El problema para otras hinchadas es económico porque la Eurocopa se va a disputar en un país muy caro, incluso para los estándares europeos. Sin duda, el seguimiento del torneo por televisión, que crece exponencialmente de edición en edición, sí batirá récords.
FAVORITAS
Especialmente, cabe prever, en los países de las selecciones más potentes. Sobre el papel son Inglaterra, que defiende título tras ganar ‘su’ Eurocopa, y España, que un año después conquistó el Mundial, imponiéndose al equipo de Sarina Wiegman en la final. Ya con Montse Tomé en el banquillo, las rojigualdas ganaron el año pasado la Nations League, a cuya fase final ni siquiera llegó Inglaterra, y este año puede repetirse la situación, después de que ambos equipos hayan compartido grupo, con éxito para las españolas. Sus duelos directos, en cualquier caso, no resolvieron muchas dudas porque Inglaterra ganó en Wembley (1-0) y España en Cornellá-El Prat (2-1) .
Precisamente los otros tres equipos que, junto al de Tomé, han logrado el billete para la fase final de la Nations League, ocupan el segundo peldaño de los candidatos al título. Empezando por la renovadísima Alemania, que ha perdido a un buen número de históricas en los dos últimos años pero que, ya a las órdenes de Christian Wück tras la provechosa interinidad de Horst Hubresch, parece llegar a Suiza como un tiro, sobre todo en el apartado goleador.
Con un entrenador mucho más experimentado -Peter Gerhardsson, que dejará el banquillo tras la Eurocopa despés de ocho años en el cargo- y un relevo generacional menos acusado -solo cuatro jugadoras han nacido este siglo-, hay que tomarse muy en serio a Suecia. No solo por su buena, con algún pero, campaña en la Nations League sino, sobre todo, porque siempre está ahí y sabe adaptarse a cualquier escenario. Justo lo contrario de lo que pasa con Francia, de la que sin embargo también cabe esperar un buen papel. En su caso sin éxitos previos en ningún torneo internacional, un seleccionador recién llegado -Laurent Bonadei, ayudante de Hernvé Renard, le sustituyó tras los Juegos- y muchas novedades en sus filas, en las que se hace notar la ausencia involuntaria de Renard y Le Sommer. Casi nada.
EL ANFITRIÓN
Por la calidad de sus jugadoras, podría incluirse a Países Bajos en ese segundo peldaño, pero tras su bienio de ensueño a las órdenes de Sarina Wiegman -título europeo y subcampeonato mundial-, el declive de la selección oranje a las órdenes de Andries Jonker, que dejará su puesto tras el torneo, es evidente. Además, parte en el grupo más complicado, junto a Inglaterra y Francia, lo que incluso encarece el pase a las eliminatorias.
Con ellos compite Gales, debutante junto a Polonia en el torneo y en una gran cita internacional. El equipo de Nina Patalon también se las verá con rivales de campanillas en la primera fase, en la que comparte grupo con Alemania, Suecia y Dinamarca.
Todo lo contrario, casualidad o no, sucede con la anfitriona. Suiza, Finlandia, Islandia y Noruega componen el Grupo A. Los cuatro cayeron en la primera fase en Inglaterra y entre todos apenas consiguieron una victoria. Serán los billetes más baratos a cuartos y aún así lo tendrá complicado Suiza, que dio un golpe de efecto con el fichaje de la veteranísima Pia Sundhague para el banquillo pero a la que no están acompañando ni los resultados ni las sensaciones. Y que además se ha llevado un golpe deportivo, y sobre todo anímico, con la baja de Ramona Bachmann, que acaba de romper el cruzado. Una más.
Bélgica, España, Italia y Portugal completan el último grupo. Los dos mejores de cada uno, accederán a los cuartos de final del torneo europeo.
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