Raimundo FITERO
DE REOJO

Altas temperaturas

Descubrimos a diario la existencia de entidades de carácter público que nos ayudan a base de estudios y estadísticas a comprender desde un punto de vista racional y sin implicaciones ideológicas la tozuda realidad en algunas cuestiones que se preñan casi siempre de tendencias partidistas que provocan la confusión. Tras la constatación de la Agencia Estatal de Meteorología de que el mes de junio ha batido todos los récords, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria por todas las causas (MoMo), señala que han sido trescientas ochenta las muertes atribuibles a las altas temperaturas, con el dato escalofriante de que el día con mayor número de defunciones fue el lunes, 30 de junio, con 46, seguido del domingo 29, con 32, la misma cifra que en todo junio del año pasado.

Quedan pocos resquicios para escapar de esta realidad sobre la subida general de las temperatura en esta planeta azul, con destellos de plástico en todas su aguas, que, según las previsiones, van a ir en aumento. En la península ibérica el verano ha pasado de tener noventa días a ciento cuarenta y cinco y parece que es algo que va a ir creciendo debido a los efectos del cambio climático que todavía hay quien lo niega, por lo que el futuro se torna infernal.

La política estatal está sufriendo altas temperaturas de descomposición y de oportunismo. A fecha de hoy la situación del gobierno de coalición parece insostenible. Pero se hacen preguntas cruciales, ¿existe un recambio fiable en el PSOE si se convocan elecciones o repetirá Sánchez? Todo ello si a la caldera policial y judicial no se le echa más fuego y se queda en los tres tenores.