«Una reacción nacional de escala» ante la «revolución» de la extrema derecha es lo que propuso ayer el portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz, Pello Otxandiano, a otras formaciones que apoyan al Gobierno de Pedro Sánchez. «Es el momento de abordar la regeneración democrática del Estado y de abrir el debate para que nos reconozcan como nación y de crear un nuevo estatus», señaló en una entrevista a Radio Euskadi, donde adelantó que en septiembre detallará su propuesta.

Según reprochó, «no se han cumplido las expectativas que creó el propio Gobierno» cuando pactó el cumplimiento íntegro del Estatuto, porque de las 30 competencias pendientes cuando Sánchez llegó al Ejecutivo español, solo se han transferido seis, una se ha anulado y se prevén transferir cuatro este año; «ni un tercio».

En su opinión, la Comisión Bilateral entre Madrid y Lakua lleva «una dinámica que no funciona, con un calendario incumplido sistemáticamente», por lo que ha llegado el momento de «reformar esa relación». Se debe «dar un salto» hacia una «bilateralidad efectiva», defendió.

«Creo que el Estado ha cogido un poco la medida al PNV» y cuando ha reclamado los incumplimientos, le comunica la participación de SEPI en Talgo, «que es una buena noticia, pero que no se puede mezclar con las transferencias», señaló Otxandiano.

Indicó que el Gobierno español depende de partidos como PNV y EH Bildu, y planteó «una reflexión compartida para aprovechar esta legislatura y abordar una agenda democratizadora que reconozca la plurinacionalidad del Estado».

Explicó que sigue dialogando con el PNV sobre el nuevo «estatus», si bien el nuevo presidente de ese partido, Aitor Esteban, ha tratado de «enfriar expectativas». «Es importante aprovechar esta ventana de oportunidad y hacer un cambio de pantalla», abogó.

Otxandiano avisó de que, «ante la auténtica revolución de la extrema derecha», que lleva «como punta de lanza la lucha contra los derechos nacionales» y «la agenda reaccionaria que se pudo ver en el congreso del PP», y ante un hipotético adelanto electoral, «hay que poner pie en pared».

«Muchos poderes del Estado han planteado una especie de golpe para tumbar al Gobierno de Sánchez y faltaba la Conferencia Episcopal, que ya ha salido», así que pidió al Ejecutivo español «que haga sus tareas internas de depuración y a la vez plantee una agenda realmente regeneradora».

«CAIGA QUIEN CAIGA»

En relación al informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) que involucra al ex secretario general del PSOE Santos Cerdán en la presunta trama de cobro de comisiones vinculada al exministro José Luis Ábalos y a su exasesor Koldo García, dijo que, en este caso, «hay indicios de corrupción y es evidente», por lo que tiene que actuar la Justicia, pero añadió que «está, por supuesto, la presunción de inocencia».

Ante este supuesto caso de corrupción, Otxandiano señaló que la postura de EH Bildu es «tolerancia cero y que hay que llegar hasta el final, caiga quien caiga».

Apuntó que, «en plena revolución de la extrema derecha, no es una cuestión que se pueda relativizar», porque «daña de forma muy acusada la credibilidad del sistema político, lo cual es un problema de primer nivel en estos momentos que puede tener consecuencias devastadoras».

REACCIONAR

El portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz también se refirió a la sentencia del Tribunal Supremo español que el miércoles ratificó la nulidad de varios artículos del Decreto de Lakua del uso del euskara en entidades locales y que calificó de «ofensiva judicial, social y política frente al euskera».

Insistió en que se trata de una sentencia «que tumba artículos fundamentales de una ley fundamental, es decir, está tocando el núcleo de nuestro autogobierno» y, ante esto, quiso dejar claro que «no basta con decir que estamos tristes y que habría que reanalizar la situación».

«La situación está clara, y hay que reaccionar a la altura de la gravedad. Esto es lo que estamos diciendo, nada más», subrayó Otxandiano.