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El autor de los disparos en «Libération» dijo estar «dispuesto a todo»

La Policía francesa continuaba ayer, por segundo día consecutivo, la caza del hombre, todavía no identificado, que la víspera hirió gravemente a un fotógrafo del diario «Libération» y disparó contra un banco en París, además de tomar como rehén en su huida a un automovilista.

«Todas las fuerzas policiales buscan al autor de estos delitos, sin descanso», afirmó el primer ministro, Jean-Marc Ayrault. Según fuentes próximas a la investigación, la Policía dispone de «numerosos elementos», pero el sospechoso, un hombre de entre 35 y 45 años, de aspecto europeo, «todavía no ha sido identificado». «Es un verdadero peligro», dijo el ministro francés del Interior, Manuel Valls, a quien el presidente, François Hollande, ha pedido utilizar «todos los medios para detener a quien ha intentado matar y puede hacerlo de nuevo».

En París, aunque se veían policías junto a las sedes de los grandes medios, no había más presencia de fuerzas de seguridad que la habitual en general. El conductor que fue tomado como rehén indicó que el hombre le dijo «haber salido de prisión, estar dispuesto a todo y que tenía una granada» en su bolsa. Según el siquiátra Daniel Zagury, que se muestra prudente por la escasez de datos, «a priori la pista más probable no es la de un estado siquiátrico descompensado o delirante».

Para el criminólogo Alain Bauer tiene «un comportamiento más racional de lo que parece, especialmente teniendo en cuenta la elección meticulosa de los objetivos». Sin embargo, señala Bauer, su modo de actuar está «perturbado» porque «parece tener dificultades con pasar a la acción o el manejo de su arma. No dispara al azar ni dispara siempre». Esta actitud «abre muchas hipótesis pero ninguna certidumbre», opina.

Duda, amenaza y acción

Poco antes de su irrupción en la cadena de televisión BFM TV fue grabado durante media hora en una estación de tren sentado en un banco. Tras entrar en los locales de la cadena, carga dos veces su fusil antes de amenazar a un redactor -«la próxima vez, no fallaré»- y huir. Tres días después el sospechoso entró en «Libération» y disparó a un fotógrafo. «Lo inquietante es que hay un tiempo de vacilación, un tiempo de amenaza y un tiempo de ejecución, lo que muestra claramente la determinación del sujeto», explica Zagury, un comportamiento solitario que hace pensar en «una especie de huida hacia adelante de un hombre desesperado».