RECREATIVO 1

EIBAR 2

Suspiraba Gaizka Garitano por un golpe encima de la mesa y su equipo le respondió propinando uno de proporciones considerables. El Eibar prolonga su gran momento imponiéndose al que fuera líder hasta ayer. Con méritos añadidos porque a la calidad del Recreativo se le unieron otras circunstancias adversas. A todas ellas se sobrepuso la escuadra armera para sumar tres puntos y auparse a la cuarta plaza.

Retocó el técnico vizcaino dibujo y nombres para evitar desequilibrios en el centro del campo, conocido el potencial ofensivo de su anfitrión. Un cerrojazo inicial que posibilitaba, además, presionar a un rival -y más aún a su afición- que atraviesa su peor momento de la temporada. Se llegó así al descanso con el objetivo cumplido. Se aburrieron los espectadores del Nuevo Colombino y, sobre todo, no hubo trabajo para Xabi, que regresó a vestuarios con la camiseta limpia.

Es difícil saber cuáles eran los planes armeros para la segunda parte, pero seguro que no pasaban por el rapidísimo gol del Recre. No se había cumplido el primer minuto de la reanudación, cuando llegaba el primer despiste defensivo del Eibar para que Montoro aprovechase un servicio de Gallegos y pusiera el choque muy cuesta arriba.

Pero el Eibar, menos aún ahora que las cosas le van muy de cara, no se viene abajo tan fácil. Daba un pasito adelante buscando el error de su rival y, al cuarto de hora, tiraba de efectividad para convertir uno de sus primeros acercamientos en oportunidad. Una falta que Raúl Navas coló directamente por toda la escuadra. Casi inmediatamente, Morales robaba para recorrer medio campo y rematar un balón que, tras tocar en Ruymán, se convertía en el 1-2.

Lo más difícil parecía hecho, pero la empresa se complicó aún más. A doce minutos del final, el balón daba en la mano de Raúl Navas. Una acción bastante dudosa, que no lo fue para González Fuertes. Cosa que tampoco sorprende, teniendo en cuenta que fue el mismo colegiado que había pitado tres penaltis en contra del Eibar en su choque frente al Girona. Afortunadamente, el resultado fue mucho mejor esta vez. Xabi detuvo el lanzamiento de Linares para mantener la esperanza.

Todavía tocaba sufrir porque el penalti también había supuesto la expulsión de Navas. Pero los armeros apretaron los dientes, cerraron filas, tuvieron incluso la posibilidad de sentenciar con una buena contra de Eizmendi y acabaron celebrando una victoria que eleva al máximo sus expectativas.

Al fin del mundo

No es de extrañar que Garitano se viese más emocionado que de costumbre tras el choque. «Hemos tenido que trabajar muchísimo ante el equipo que más calidad le he visto y sobreponernos a las adversidades. Sabíamos lo que teníamos que hacer y lo hemos hecho, trabajando juntos como lo que es el Eibar, un gran equipo. Me voy orgulloso por ser entrenador de un equipo como este; con este equipo se puede ir al fin del mundo», subrayó.