ATHLETIC-BARCELONA

Del mismo modo que a Rick e Ilsa en ``Casablanca'' siempre les quedará París, a nosotros nos quedará San Mamés. En los buenos y en los malos momentos, en época de vacas gordas y en la de las flacas, en ciclo de barbecho y en tiempo de recolección. A ese San Mamés, no al del envoltorio cinco estrellas sino al que pone el alma sobre todo en partidos como el de esta noche, esperados y temidos, como los describió Ernesto Valverde.

Llega el Barça sin Messi ni Valdés, ni Puyol ni Alves, pero sí con Neymar y compañía, heridos y peligrosos. En la memoria colectiva perdura aquel canto al fútbol bajo la lluvia que fue el 2-2 del primer año con Marcelo Bielsa. A los culés se les gana yendo al máximo, al límite y teniendo la pizca de suerte necesaria. Y aun así, nada te asegura la victoria, como igualmente se apresuró a decir Txingurri.

El Barça querrá tapar bocas y no verse envuelto en una nueva crisis mediática. El Athletic se juega mucho más. Más que tres puntos que incluso le catapulten al cuarto puesto por delante del Villarreal tras su empate del viernes en casa. Somete a plebiscito su juego, su carácter como equipo, su hambre.

El planteamiento inicial de Valverde será analizado con lupa, entre ir a por los azulgranas desde el minuto uno o jugar con el rigor y paciencia suficientes como la que puso en liza el día del Villarreal. No es Valverde un técnico proclive a los encuentros de ida y vuelta, dejando la defensa desguarnecida, porque además la pegada culé es mucho mayor. Sí será un choque de elevada intensidad, de mucho correr, de morder en cada duelo, de batallas puntuales en cada uno contra que luego posibiliten ganar la guerra.

«Tenemos que apretar arriba con mucha intensidad. Ante el Barcelona no podemos defraudar nuestro estilo», defendía ayer mismo Gaizka Toquero tras el entrenamiento vespertino a puerta cerrada. El gasteiztarra estima que «nosotros tenemos buenas señas de lo que somos capaces, ya les hemos empatado en San Mamés y no les hemos ganado por muy poco. Ellos saben de lo que somos capaces». Con el cuchillo entre los dientes.

Revulsivos en el banquillo

Puede y debe ser la noche de hombres como Iturraspe y Mikel Rico, la noche en que el eje de la zaga rojiblanca tendrá un examen de aúpa, la noche en que se necesitará al mejor Muniain. No hay pistas sobre el once del gasteiztarra. Con Gurpegi recuperado sigue en el aire su participación o la de San José junto a Laporte, aunque el de Andosilla debiera ser un fijo si se encuentra bien físicamente.

De ahí en adelante, las incógnitas son tantas como la del propio delantero: Guillermo, De Marcos, Muniain... Una uténtica incógnita si el de Viandar de la Vera dará continuidad a Guillermo ante un coco como el Barça, sorprenderá con un Toquero que asume que «si cree que aporto más como suplente lo acepto», o sorprenderá con algún `falso nueve' tipo De Marcos o su meditada apuesta por Muniain. Y eso teniendo en cuenta que, como confirmó Valverde, siempre deja en la recámara del banquillo alguno de esos `revulsivos' que puedan cambiar la dinámica del partido en un momento dado. Un galimatías.

Reina el optimismo en el entorno rojiblanco. La trayectoria del equipo, más que su juego estilista, ese querer ir a por los partidos, hace que muchos piensen que esta vez sí. Que ya son muchos años, muchos partidos, un par de finales incluidas, haciéndoles pasillo a los catalanes. Enfrente habrá un Barça que busca una nueva identidad, con bajas importantes, pero un once que asusta por su calidad.

El equipo del argentino Gerardo Tata Martino afronta el choque como un examen, pues se espera de él que deje como anécdota la primera parte del encuentro contra el Ajax, donde los jóvenes 'ajacied' pasaron por encima del todopoderoso conjunto azulgrana, completamente desdibujado, especialmente en la primera parte.

Para el choque de San Mamés, el equipo catalán podrá llevar a cabo algunos apaños en la alineación, respecto a la del viernes, con la entrada de Busquets en lugar de Song, de Alexis y el regreso de Adriano como lateral zurdo. El número de mimbres podría haberse incrementado con el regreso de Dani Alves, pero finalmente el brasileño no ha recibido el alta, porque en el último entrenamiento en Barcelona se ha resentido de molestias musculares. Además de Alves, también ha causado baja el central Carles Puyol, por precaución, tras un golpe.

Bajas en ambos equipos, chequeo al encefalograma de ambos conjuntos, un Athletic en estado de gracia aupado por su afición, un Barcelona del que hasta Toquero se preguntaba ayer aquello de ``Crisis, what crisis?'' de Supertramp... En definitiva, el primer partido grande en el nuevo y virginal hogar rojiblanco, que quiere, como en ``Casablanca'', tocarla otra vez y llevar en volanda a los suyos.