Cada uno arrimó el ascua a su sardina, pero Juan Carlos Mandiá y Gaizka Garitano coincidieron al hablar de un partido equilibrado, en el que el color del primer gol tuvo mucho que decir en el resultado final.

Más diplomático se mostró el entrenador visitante, que quiso destacar los méritos de su equipo sin restar el más mínimo al Alavés. «Ha sido un partido bonito, muy vistoso, con ocasiones, con mucha intensidad, con llegadas para los dos... -destacó-. Si ellos se hubiesen puesto por delante habríamos tenido más problemas, pero lo hemos hecho nosotros y luego hemos sufrido, pero hemos defendido bien. Sabíamos que sufriríamos, mira qué banquillo han sacado con Guzmán, Vélez, Quiroga... Nos ha exigido mucho, hemos tenido que correr y trabajar mucho... Ha sido muy difícil pero también para ellos».

Coincidía Mandiá, aunque no al cien por cien. El técnico asturiano también vio un duelo intenso y disputado, pero se quedó con los méritos del equipo, frente a los que destacó la actuación de Xabi Iruretagoiena. «Yo creo que el jugador más importante del partido ha sido el portero del Eibar, hay tres o cuatro paradas espectaculares, y eso te dice de forma reducida lo que ha pasado. Hemos tenido muchas opciones de estar dentro del partido, incluso de que el resultado fuera otro», destacó Mandiá, aunque también admitió que «con el primer gol nos hemos quedado un poco tocados y luego se ha abierto el partido porque nosotros estamos necesitados y ellos se sentían cómodos. Pero que el portero de ellos haya sido determinante es bastante definitivo», insistió.

Lo cierto es que el choque acabó con victoria visitante y eso significa que los dos equipos acaban de forma muy diferente un año excelente en ambos casos. «Nos ha ido muy bien. Y me alegro mucho por los chavales porque trabajan mucho y se lo merecen. Es un premio a su trabajo», subrayó Garitano que, pese a la situación clasificatoria del Eibar, no quiere volverse loco. «Soñar, soñamos todos los días con que podemos ganar en los campos difíciles a los que vamos. Se sueña y se trabaja mucho, pensando que cada día tienes que crecer y asumir nuevos retos pero la clasificación ni la voy a mirar», aseguró.

Mandiá, por su parte, admitió que acabar el año como colista «no es agradable. Pero ya hemos dicho que ganar partidos es complicado. Ahora hay que levantarse, descansar y pensar en el próximo partido, en cómo podemos ganarlo».