CELTA 1

OSASUNA 1

Osasuna se va de vacaciones sin salir de los puestos de descenso por no haber transformado las diversas ocasiones de que dispuso mediado el primer tiempo para haber cerrado el encuentro y traerse la victoria de Vigo. En todo caso, los de Javi Gracia volvieron a dejar una buena imagen y el punto cosechado en Balaídos tendrá su valor si la escuadra navarra gana al Espanyol en el primer encuentro de un enero muy exigente.

Había mucho en juego en Balaídos, de ahí que los dos conjuntos salieron sin complejos a la búsqueda de la meta contraria. El Celta, tratando de llevar la iniciativa, y Osasuna, esperando en la línea media a una posible pérdida de los locales y salir rápido a la contra. Sin embargo, las intenciones no se plasmaron en ocasiones claras, al menos durante el primer cuarto de hora, caracterizado por una salida de balón rojilla bastante fluida y prometedora, que auguraba buenas opciones.

Y estas llegaron. De hecho, Osasuna, en apenas ocho minutos, pudo dejar el partido totalmente sentenciado, pero solo materializó una de las cinco claras oportunidades de que dispuso. Mientras por partida doble Oriol Riera (m.15 y 23) y Roberto Torres (m.16 y 18) se topaban con el poste o con que les faltaba un milímetro para empujar la pelota, Armenteros sí que estuvo preciso en un lance en el que se fue en velocidad.

Los de Javi Gracia no acabaron de cerrar el encuentro y en el fútbol de élite ya se sabe que eso se acaba pagando. Espoleados por los silbidos y ánimos a partes iguales que recibían desde la grada, los anfitriones le metieron otra marcha al envite en el último tramo de la primera mitad, mientras los navarros daban un paso atrás. Parecían cómodos en la tarea defensiva, pero un centro suave de Rafinha y una peinada de Lolo y Augusto colocó la igualada en el electrónica, inmerecida a la vista de lo hecho por unos y otros, pero real como la vida misma.

Menos salida de balón

Bastante más contemplativa y espesa fue la segunda mitad, si bien fue Osasuna quien, por mediación de Cejudo (m.49) y Armenteros (m.53), lo intentó con sendos chuts desde fuera del área, pero sin la suficiente dirección ni velocidad para sorprender a un Yoel que consiguió atarjarlos sin mayores contratiempos para el meta celtiña.

La escuadra gallega, en todo caso, apretó más tras la reanudación, acentuando su posesión y merodeando por las inmediaciones del área rojilla, si bien eso no se tradujo en agobio para los intereses navarros. Cierto es, en todo caso, que los pupilos de Javi Gracia ya no salieron con la misma verticalidad que ofrecieron en los primeros cuarenta y cinco minutos.

En esa tesitura, las tímidas acometidas celestes que acabaron con remates fueron bien contrarrestadas por Andrés Fernández, que envió a corner un disparo de Nolito buscando la base del poste (m.70) y un cabezazo de Santi Mina (m.74). Puñal intentó el 1-2 en un lanzamiento de falta (m.91) y ya no hubo tiempo para más.