Con motivo del Día Internacional de la Mujer se estrena el segundo largometraje de ficción de la realizadora Alejandra Marino, considerado como muy adecuado para debatir temas como la violación, el aborto, la amistad femenina y las relaciones maternofiliales. «El sexo de las madres» no pretende ser tanto una gran película, como una aportación a la discusión sobre muchos de los asuntos pendientes de la mujer, y que nunca se terminan de normalizar.

La mirada de la mujer, en este caso la de Alejandra Marino, resulta diferente de la del hombre. Por más que pueda parecer un tópico, es así. «El sexo de las madres» evita reproducir la violencia de género, o ser explícita a la hora de recrear las agresiones sexuales. La autora da a entender que esa literalidad es más propia de los hombres que hacen cine, por lo que ella prefiere optar por un registro más intimista y reservado.

De hecho, el motor argumental de la película es un secreto del pasado celosamente guardado, por lo que tiene de traumático para las dos mujeres adultas protagonistas. Se trata de una dura experiencia que forma parte de la propia relación de amistad y de complicidad que las une, resurgiendo con el reencuentro tras un periodo de separación o de prudencial distanciamiento.

La una se fue a Buenos Aires, dedicándose a la ginecología y la obstetricia, mientras que la otra se quedó en su tierra, en Tucumán, al cuidado de un hotel rural. Ambas son madres y tienen hijos adolescentes, chico y chica respectivamente, que se conocen e inician un idilio. La joven pareja intentará comprender lo que sus madres esconden y que volverá a salir a la luz porque la historia de maltrato a la mujer se repite con cada nueva víctima. Además de ese presente continuista, la sombra de los lejanos acontecimientos se alargará al creer reconocer de nuevo la presencia del agresor, a pesar del tiempo transcurrido.

«El sexo de las madres» es una película discursiva, y es a través de las conversaciones de las amigas o de la madre con su hija, cómo se va revelando todo un mundo interior de sentimientos que le pertenece a cada una de estas mujeres.