MIKEL INSAUSTI
CRíTICA: «Emperador»

Recreación del encuentro entre Hirohito y MacArthur (II)

Como película consagrada a la memoria del general Bonner Fellers, «Emperador» quiere dejar patente el amor que el militar sentía por Japón. La película en ningún momento deja claro su conocimiento real del idioma japonés, ya que en la versión original sus interlocutores nipones se expresan en inglés, y apenas si se le oye articular algún saludo tipo «konnichiwa», o algo así. Sin embargo, para el general Douglas MacArthur es mucho más que un simple traductor, una especie de guía espiritual por el país del sol naciente.

La explicación de la pasión que Fellers sentía por Japón está en su romance con una maestra nativa, a la que conoció en los Estados Unidos en sus años universitarios. Por eso, al viajar a Extremo Oriente formando parte del gabinete de MacArthur, iniciará la infructuosa búsqueda de su amada, quien ha sufrido las consecuencias de la guerra con una actitud de sacrificio personal.

Las pesquisas sentimentales avanzan en paralelo a las diplomáticas, de tal suerte que el drama histórico central se combina con una subtrama romántica salpicada de recuerdos en forma de flash-backs. Ese goteo de postales nostálgicas le resta fuerza épica al relato, que se queda corto en sus 105 minutos de duración, teniendo en cuenta que esta clase de películas tan ceremoniosas nunca bajan de las dos horas.

Matthew Fox (Feller) y Tommy Lee Jones (MacArthur) no se parecen en nada a los personajes reales en que se inspiran. Se descarta la cercanía física, porque prima más el interés de la calidad interpretativa, a la vez que los actores resultan reconocibles para el gran público. En cambio, no ocurre igual con el bando japonés, ya que al no ser tan conocidos los actores y actrices de allí, sí se ha buscado el parecido físico. Takataro Kataoka es el vivo retrato del joven Hirohito.

La descompensación se nota en la foto final, debido a que en los títulos de crédito se incluye la histórica instantánea de Hirohito y MacArthur, sin poder evitar comparala con la recreación que instantes antes ofrecen de la misma Takataro Kataoka y Tommy Lee Jones, a modo de pálido reflejo de lo que debió de ser.