Natxo MATXIN
Relevo en el banquillo rojillo

Martín Monreal dirigirá al primer equipo quince años después

El de Campanas ha sido siempre la primera opción que se ha barajado desde los responsables del club por encima de otros nombres.

Enrique Martín Monreal será quien dirija a Osasuna la próxima campaña en la categoría de plata, quince años después de que lo hiciese en la 1998-99, también en Segunda, previa a la llegada al banquillo rojillo de Miguel Ángel Lotina quien, en su estreno como entrenador osasunista, subió al equipo a Primera, donde ha permanecido hasta hace apenas una semana.

La decisión ya está tomada por parte de los dirigentes del club y solo falta hacerla oficial, algo que se producirá, a buen seguro, a comienzos de la próxima semana, con la comparecencia ante los medios de comuni- cación del técnico de Campanas y del presidente de la entidad, Miguel Archanco. El máximo dirigente rojillo ya había avanzado que el nuevo entrenador tenía que ser «alguien que consi- ga ilusionar a la plantilla» y, con esa premisa, se ha decidido apostar por un míster motivador como es Martín Monreal.

El hasta ahora coordinador de Tajonar siempre ha sido la primera opción que se ha barajado desde las altas esferas del club. Pese a que algunos medios habían apuntado también la posibilidad de que Jan Urban estuviese en la puja por hacerse con las riendas del vestuario rojillo, lo cierto es que en ningún momento la entidad se ha puesto en contacto con el exdelantero y extécnico del Legia de Varsovia.

La relación entre Martín Monreal y Osasuna se podría asemejar a una especie de montaña rusa. Tras formar parte del histórico trío atacante de los ochenta junto a Echeverría e Irigibel, su etapa como entrenador pasó por momentos álgidos y otros no tanto. Después de dirigir en las categorías inferiores, fue elevado al primer equipo en el tramo final de la 1993-94, el ejercicio del anterior descenso.

Posteriormente, entrenó al Promesas y volvió a ser requerido para la primera plantilla, firmando la heroicidad en la 1996-97 de salvarlo del descenso a Segunda B en las últimas cinco jornadas. Continuó hasta el último año del anterior siglo, cediendo la batuta a Lotina, como ya se ha comentado anteriormente. De ahí decidió dar el salto a otros equipos -Leganés (dos etapas), Burgos, Terrassa, Xerez y Numancia-, en casi todos ellos ejerciendo el papel de revulsivo en malos momentos. La última vez que se sentó en un banquillo fue entre 2006-08, volviendo a entrenar al Promesas, puesto del que fue cesado por Izco, situación que le supuso un serio disgusto, como así lo manifestó ante los medios.

Con contrato en vigor, por aquel entonces el club le apartó a un cometido que varió entre las labores de ojeador y también recuperador de jóvenes talentos que eran pulsados por otros equipos. Al llegar Archanco a la presidencia, Martín Monreal volvió a recuperar protagonismo, asignándole las tareas de coordinador en Tajonar hasta el presente, en el que volverá a encargarse del primer equipo.

Plan de viabilidad

Osasuna deberá presentar en un plazo máximo de quince días un plan de viabilidad a la Hacienda Foral, compromiso al que llegaron ambas partes tras la reunión que mantuvieron ayer el presidente del club, Miguel Archanco, y la consejera de Economía, Lourdes Goicoechea. Mientras el primero declinó realizar declaraciones, la segunda explicó que ese documento «se tiene que soportar, no tiene que ser solo para el papel».

En base a ese plan, «es el organismo autónomo de Hacienda el que analiza la situación y son los técnicos los que en base a la viabilidad que presente el club concluirán si hay expectativas o no de cobrar lo que deben», indicó. Goicoechea recalcó que, a día de hoy, Osasuna «cumple con Hacienda» y que las relaciones entre ambas entidades son «fluidas y cordiales».

En otro orden de cosas, el directivo Manolo Ganuza presentó ayer su dimisión y adelantó que acudirá a la asamblea de mediados de junio para votar a favor de la salida de Archanco de la presidencia rojilla.

Récord de goles de Riera en Graderío Sur

Oriol Riera recibió ayer de manos de la peña rojilla La Tarta el galardón -sendas figuras de San Fermín, gigantes y kilikis- anual que concede al máximo goleador de la temporada en la portería ubicada en la zona de Graderío Sur.

El premio es más merecido que nunca, ya que el delantero catalán ha batido el récord que ostentaba hasta ahora Walter Pandiani, elevándolo hasta las cinco dianas. Oriol Riera se mostró agradecido por el apoyo que le había brindado la afición al equipo en un difícil ejercicio y lamentó el descenso. N.M.