José Luis Ortiz de Zárate
Aprejual, Arabako Pentsionistak Lanean... (*)
KOLABORAZIOAK

Por nuestros derechos, los de nuestros hijos y los de los trabajadores en activo

Si no hablamos, nadie nos va a escuchar lo que es de justicia, derecho y dignidad. Levantemos nuestra voz para hacer patente nuestro descontento y decepción con quienes gobiernan

Somos pacíficos, pero no por ello queremos mantenernos en silencio ante atropellos que, puesto que somos un colectivo que lo aguanta todo, se están cometiendo con los pensionistas. Hemos soportado congelaciones en la pensión, incrementos miserables del 0,25% este año 2014 y, para colmo, en el BOE de 1 de marzo de este mismo año, con carácter retroactivo desde el 25 de febrero, se aprueba un Real Decreto-ley, 3/2014, de 28 de febrero, donde se establece la tarifa plana de 100 euros, con la intención, utópica a nuestro modo de entender, de crear empleo. ¿Qué empleo? ¿A quién favorece este decreto? ¿Qué ocurrirá cuando el efecto de esta tarifa prescriba? La reducción de cuotas a la Seguridad Social por la empresa contratante supondrá una reducción de ingresos. ¿Quién completará la diferencia entre la cotización por tarifa plana y la que realmente correspondería según el salario contratado? Nosotros venimos defendiendo, y no solo nosotros, también la Merp, Mesa Estatal «pro Referéndum» de las Pensiones, que en su manifiesto fundacional propone blindar las pensiones en la Constitución mediante un artículo que prohíba, de forma expresa, que ningún Gobierno, presente o futuro, pueda privatizar o degradar su poder adquisitivo.

Esta es nuestra gran preocupación hoy, máxime cuando en estos momentos hay familias que dependen, como único ingreso, de la prestación de un pensionista. Es mayor nuestra preocupación por las pensiones de nuestros hijos que por las propias. Queremos ser solidarios y defender, junto a los trabajadores activos y pensionistas futuros, el mantenimiento y actualización del poder adquisitivo de las pensiones.

Ahora el Gobierno nos dice que tiene que echar mano del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, fondos de los que ha detraído durante el período 2000-2012 para la financiación de los Complementos a Mínimos un total de 49.500 millones de euros, que deberían estar sufragados por los Presupuestos del Estado y lo fueron con los recursos de las pensiones contributivas, es decir por los fondos de la Seguridad Social.

Son, pues, muchas agresiones y amenazas a las pobres, en su mayoría pensiones de nuestros mayores pero, como somos un colectivo que lo aguanta todo, seguirán aplastando nuestras economías y nosotros no podemos seguir tranquilamente sentados en el sofá tragando todo lo que la televisión nos presente. Es muy triste escuchar de nuestros hijos y de nuestros jóvenes la desesperanza de poder percibir una pensión. Solo les queda suscribir un plan de pensión, eso si su economía actual se lo permite; en caso contrario, y si realmente llegan a cobrar esa mísera pensión que consideran les va a quedar, estarán condenados en su vejez a la exclusión social.

Si queremos hacer patente nuestra solidaridad, no podemos pasar por alto el grave problema que se plantea a los parados de larga duración con edades entre 45 y 60 años, que dada la actual coyuntura económica que nos acompaña, difícilmente se incorporarán al mercado de trabajo y que, por tanto, se verán abocados si reúnen las condiciones para ello a pasar a la jubilación antes de la edad establecida, con una pensión mísera y que, además, se verá recortada con un coeficiente corrector, 6% por cada año que se adelante a la jubilación legal. Toda una vida trabajando y cotizando y, a la hora de la verdad, una pensión de miseria. Este río nos lleva, igualmente, al mar de la exclusión social.

Estos días hemos asistido a otro acto de aplastamiento al colectivo de pensionistas. Durante los próximos tres años, nuestras percepciones de jubilación se van a incrementar en un 0,25%. Esto supone, en el mejor de los casos, una pérdida de poder adquisitivo que rondará el 3%. ¿Alguien da más? En los últimos 20 años nuestra pensión ha visto reducido su poder adquisitivo en un 25%. ¿Seremos los pensionistas el colectivo más importante de excluidos sociales? Como el pasado 3 de mayo escribía D. Manuel Alcántara en su columna de «El Correo», con mucha ironía como siempre, «por eso los viejos, en vez de dar la lata a la Policía antidisturbios, se quedan en sus casas dando un ejemplo de mesura».

Es hora de rebelarnos y mostrar en la calle lo que a veces criticamos en el bar o en la cafetería. Si no hablamos, nadie nos va a escuchar lo que es de justicia, derecho y dignidad. Levantemos, pues, nuestra voz para hacer patente nuestro descontento y decepción con quienes nos gobiernan. ¡Está en nuestras manos!

Todo esto lo podemos hacer visible en la manifestación que está convocada para el día 29 de mayo, a las 19,30, desde la Virgen Blanca de Gasteiz y que, tras un recorrido por varias calles, concluirá en la plaza General Loma, junto a la escultura de la Mirada.

(*) En representación del Colectivo formado por: Aprejual, Arabako Pentsionistak Lanean, Comisión Social de la Unidad Pastoral Sta. María de Olarizu, Elkartzen, HOAC, Pastoral Obrera, Pensionistas CCOO, Pensionistas UGT, Pensionistas USO, Servicio Diocesano del Laicado y Ur Bizia