Asegura el Señor Iñigo Urkullu, nuestro lehendakari, que esta UE carece de alma, y no le falta razón. Cuando un ente, persona o asociación cumple aquello para lo que fue creada, se dice de ellos que tienen alma. Y yo pregunto al lehendakari, ¿el PNV tiene alma? ¿El señor Ortuzar tiene alma? ¿Tiene alma el señor Egibar? Entonces, vuelvo a preguntar, ¿los consejeros del PNV en Kutxabank tienen alma? ¿Cómo se entiende su comportamiento? ¿Cómo se puede votar lo que votan en las asambleas de Kutxabank?

Permítame dudarlo, saben ustedes lo que está sucediendo en miles de hogares que a duras penas pueden hacer frente a las mas básicas necesidades, dado que los citados consejeros con su voto obligan a sustanciosos pagos contra los cuales se ha dictado una sentencia que les liberaría de una terrible y onerosa merma de sus ingresos y en muchos casos de la incertidumbre de saber si podrán o no conservar sus hogares.

Acabamos de estar en campaña electoral, donde todos ustedes sonríen y sonríen, carentes de cualquier tipo de preocupación que se parezca a lo anteriormente descrito. Me parece que era un buen momento para que cualquiera de los mencionados hubiera explicado el por qué y el significado de su voto, que tanto mal hace a miles y miles de almas.