Stefano Pirazzi dio la tercera victoria al Bardiani en la decimoséptima etapa del Giro que se dilucidó entre 25 corredores que formaron una escapada que contó con el permiso del pelotón. Todos los favoritos se tomaron con tranquilidad la jornada de transición previa a las últimas tres de montaña y llegaron a meta a 15.36 del ganador.

Stefano Pirazzi estropeó la fiesta del Bardiani al realizar un corte de mangas para responder a todas las críticas que ha recibido en su carrera por entender, sobre todo, que atacaba a destiempo. Llevaba cinco años como profesional en el mismo equipo sin conseguir una victoria, con multitud de ataques que no culminaba, y ayer supo hacerlo en el momento oportuno para lograr el triunfo que buscaba en el mejor escenario.

Primero entró en el grupo de 25 corredores en el que el Bardiani consiguió colocar a otros dos compañeros: Boem y Canola (Bardiani). Fue el único equipo que metió tres representantes. Colocaron a dos Katusha (Losada y Vorganov), FDJ (Le Bon y Veikkanen), Tinkoff (Petrov y McCarthy), Lampre (Cunego y Bono), Lotto (Bak y Wellens) y Omega (De Gendt y Pauwels).

Además entraron Igor Antón (Movistar), Oss (BMC), Montaguti (Ag2r), Malacarne (Europcar), Geschke (Giant), Deignan (Sky), Felline (Trek), Gasparotto (Astana), Van Emden (Belkin) y Gatto (Cannondale). Como Cunego era el mejor colocado a 48 minutos de Quintana, la fuga tuvo el permiso del pelotón para coger una gran diferencia.

Dos ataques oportunos

Pero Pirazzi ayer no se limitó a coger la escapada buena. También acertó en los dos ataques que lanzó. Primero se marchó en la última cota, el Muro di ca del Poggio, en persecución de Thomas De Gendt, para formar en la bajada de ese puerto el quinteto que se iba a disputar la victoria junto a Montaguti, Wellens y McCarthy.

Por detrás sus compañeros Boem y Canola hicieron un marcaje a los integrantes de la fuga que intentaban enlazar con los cinco primeros y cuando se iba a entrar en el último kilómetro Pirazzi lanzó un ataque en el momento más oportuno.

Los otros cuatro corredores se empezaron a mirar, ninguno respondió y un escalador como Pirazzi acostumbrado a atacar en todos los puertos logró la victoria en la larga recta llana que conducía a la meta.

De esta manera su victoria se sumaba a las logradas por Canola y Battaglin, con lo que el Bardiani igualaba a Orica y FDJ en el ranking de equipos más laureados de este Giro. El mérito del conjunto invitado italiano es mayor porque tiene el presupuesto más bajo de todos los participantes y está formado, en su mayoría, por jóvenes italianos que no han despertado el interés de las escuadras del World Tour. Es un equipo con corredores con hambre y eso se ve en este Giro.

Wellens se impuso en el sprint por la segunda plaza y después entraron los demás corredores que formaron la fuga. A 15.36 llegaba un grupo que estuvo controlado en todo momento por Movistar, que vivió una jornada de calma después de la tempestad que se vivió el día anterior y antes de las tres últimas etapas de montaña.

Etapa con final en alto

Tras la jornada de transición de ayer el Giro afronta hoy una etapa de 171 kilómetros con salida en Belluno y meta en el refugio de Panarotta (Valsugana). La llegada estará situada tras 15,8 kilómetros de subida, al 7,9% de pendiente media y una rampa máxima del 14%. En la parte final la media se sitúa en el 8,4%. Antes se subirá en el kilómetro 54,5 el Passo San Pellegrino, de Primera, 18,5 kilómetros de ascensión que en la zona intermedia tiene dos kilómetros al 11,6% de media. Después se corona a 48 de meta el Passo del Redebus de Segunda, 4,6 kilómetros al 9,5 de media.

Una etapa, como la cronoescalada de mañana de Monte Grappa y el final del sábado en el Zoncolan, en el que, más que la victoria en el Giro, que parece en la mano de Nairo Quintana, estarán en juego dos plazas en el podio con siete corredores en un margen de 55 segundos.