Jon ORMAZABAL
Campeonato Manomanista

Ante el salto definitivo

Urrutikoetxea reconoce que la espera se le ha hecho larga y que hubiera preferido jugar ante Zabaleta.

Desde que debutara en Asegarce hace ya cinco años, Mikel Urrutikoetxea ha venido siendo uno de los sparrings preferidos de Aimar Olaizola a la hora de preparar los grandes partidos manomanistas. El de Goizueta, que más de una vez ha declarado que en los entrenamientos el vizcaino siempre le ganaba, en seguida vio en el de Zaratamo un potencial rival en la lucha por la txapela y el espigado delantero está en disposición de dar ese salto que dé el espaldarazo definitivo a su carrera.

Con un cuerpo mucho más hecho y trabajado, Mikel Urrutikoetxea ya ha escalado en el escalafón, colándose en semifinales del Manomanista y del Parejas este mismo año y ahora quiere dar ese paso más, posiblemente el más complicado.

Lo cierto es que para defender su condición de cabeza de serie obtenida el año pasado no ha tenido que disputar un solo partido, una situación que no es del todo del agrado del de Zaratamo. «Ha sido demasiado tiempo, me hubiera gustado jugar ese partido de cuartos que, si ganas, te da otro punto de confianza para este partido de semis», reconoció el delantero vizcaino, que también declaró que José Javier Zabaleta se había merecido jugar el partido de cuartos de final.

Todos los pelotaris, hasta los más experimentados, siempre tienen un temor especial al primer partido de cada campeonato, especialmente en el Manomanista, en el que no hay margen de error, una sensación de duda que aumenta si lo que está en juego es todo un paso a la gran final del año. «Hemos mantenido la misma preparación y lo cierto es que físicamente me he encontrado muy bien y que de manos no tengo ningún problema, pero luego en los partidos suele ser otra cosa, vestido de blanco, con los nervios... a ver si salgo tranquilo y puedo hacer algo bueno», señaló el manista de Asegarce.

Espera un gran Irujo

Sin quejas con el material por ninguna parte -escogieron cuatro pelotas bastante similares según el vizcaino-, la atención estuvo en el estado de la zurda de Irujo, una mano que el de Ibero volvió a proteger ayer y que no le ha permitido entrenar en las dos últimas semanas.

A priori, el estado del de Ibero no condiciona a Urrutikoetxea. «Yo haré mi partido, no sé cómo tiene la zurda, no he estado con Juan y mejor que él no lo sabe nadie. Pero yo me espero un Juan con las dos manos bien, físicamente bien y que va a ir a por todas, como es lógico».

Por ello, Urrutikoetxea quiso otorgar el favoritismo a Martínez de Irujo. «Viendo el palmarés, que siempre está en las finales y las cualidades que tiene para jugar en todas las modalidades, creo que el favorito es él. Año tras año lo ha ido demostrando pero hay que ver qué sucede en la cancha».

No obstante, siendo el premio una final, entiende que la presión es la misma para ambos y no estima que deba estar más tranquilo que el pelotari de Aspe. «Todos los pelotaris cuando debutamos soñamos con jugar una final pero tampoco me pongo a pensar en eso porque sé que tengo un partido muy complicado y solo pienso en el domingo», declaró Urrutikoetxea.

Martínez de Irujo sigue protegiendo su mano izquierda

La zurda de Juan Martínez de Irujo no termina de recuperarse del todo y, por mucho que el de Ibero quiera quitarse el tema de la cabeza, tras una elección en la que apenas tocó pelota con esa herramienta, terminó reconociendo que no ha realizado ningún entrenamiento en el frontón para proteger su mano izquierda.

Su mensaje final fue el de que su intención es la de venir «a sufrir y estar más de una hora en el frontón. Para eso entrenamos. Puede que no tenga el ritmo de frontón que quisiera, pero bueno, no me voy a comer la cabeza, creo que estoy bien y quiero jugar otra final». Sin embargo, cuando se le trasladó su condición de favorito para la cátedra, el de Ibero mostró sus reservas, y no parece que con intención de restarse presión. «Yo no me considero el gran favorito. Pienso que puedo ganar, pero también que puedo perder, el partido esta al 50%. Si hubiera entrenado todo lo que hubiera querido quizá sí sería favorito, pero en estas circunstancias el que piense así está equivocado».

Acostumbrado a este tipo de problemas en los últimos meses, jugó la final del Parejas en condiciones muy similares, el delantero de Ibero lo tiene muy claro. «La mano está como está y no hay que darle más vuelas. Por mucho que diga que estoy bien o estoy mal, voy a tener que salir a la cancha, por lo que no me voy a preocupar más. Me voy a preocupar de salir centrado a la cancha, de salir motivado y de hacer las cosas bien y hacer mi trabajo. Si llevo la voz cantante del partido, no me acordaré de la mano». J.O.