Martxelo DÍAZ IRUÑEA
Nueva operación policial

Un detenido en Galdakao por una acusación que ETA negó ya en 2011

La Guardia Civil volvió a detener ayer en Euskal Herria, en este caso en una redada agravada por la circunstancia de que la imputación -un presunto plan de atentado contra Patxi López y Rodolfo Ares- fue negada ya rotundamente por ETA hace cuatro años en un «Zutabe». La organización detalló que había decidido no realizar acciones armadas ofensivas cuatro meses antes «y el Gobierno español lo sabía». El detenido es Tomás Madina y está incomunicado.

Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a las 3.10 de la madrugada en Galdakao a Tomás Madina, a quien acusan, según fuentes policiales citadas por agencias, de participar en un supuesto plan para atentar contra el entonces lehendakari Patxi López y su consejero de Interior, Rodolfo Ares, ambos del PSE, en junio de 2010. Madina fue sometido a incomunicación.

A la polvareda levantada por la detención se suma la evidencia -reconocida también por las agencias españolas- de que ETA ya desmintió que tuviera plan alguno para atentar contra López y Ares, después de que otra redada policial se saldara con cuatro detenciones en Bizkaia en marzo de 2011. Fue en un artículo en su publicación interna «Zutabe».

Entonces, ETA negó rotundamente esta «intoxicación» y acusó al Gobierno español de dejar rodar esta versión a sabiendas de que era mentira. Tres años después, aquella historia se recupera para sustentar esta detención.

«Como es sabido, ETA no responde a las informaciones difundidas por los ministerios de Interior de España y Francia, ni para desmentirlas, ni tampoco para confirmarlas -apuntaba un ``Zutabe'' de 2011-. En este caso, sin embargo, bastaría con recordar lo que ya se ha dicho hasta ahora: por un lado, que ETA tomó en febrero de 2010 la decisión de no realizar acciones armadas ofensivas y que así se les hizo saber a todos los compañeros de lucha y taldes de acción. Y el Gobierno de España lo sabía. Por otro lado, la decisión de ETA no tiene límite temporal. Por lo tanto, el Gobierno de España miente una vez más».

Entonces, ETA señaló a Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente, ministro de Interior y portavoz del Gobierno español de la época, al apuntar que la filtración partía de las «cloacas del Estado». Y añadió que los medios que daban eco a esta hipótesis ejercían de «defensores de la tortura», ya que la redada «incluyó la violación de una mujer vasca», Beatriz Etxebarria, por la Guardia Civil.

En ese «Zutabe», ETA recordaba otros casos de intoxicación impulsados por los sucesivos ministerios del Interior, entre los que citaba la «fuga» de Mikel Zabalza, los «suicidios» de Jon Lizarralde, Susana Arregi, Xabier Kalparsoro y Josu Zabala o la patraña sobre la autoría del 11-M.

Fuentes del actual Ministerio de Interior citadas por Efe presentaron la detención de Madina como «un paso más hacia el final irremediable de ETA» y la unieron a la de Josune Elorza en Barajas el domingo, cuando al parecer regresaba de Venezuela.

Fuentes policiales añadieron que Madina es «un experto cazador y tirador, adiestrado en el uso de arma larga, fusil con mira telescópica, que la banda emplearía para cometer asesinatos». Y subrayaron que adquirió esta destreza durante el servicio militar en el cuerpo de Infantería de Marina.

La Guardia Civil registró el domicilio de Madina en Galdakao, donde se habría incautado de escopetas de caza. Además, los agentes sacaron varias bolsas y cajas y se llevaron un vehículo.

1.000 personas protestan

Los registros se extendieron a la oficina de seguros donde trabaja el detenido y a otros inmuebles. Un grupo de personas se congregó ante un caserío de Bekea, en Galdakao, al que fue llevado. La Ertzaintza propinó algunos empujones en respuesta a los gritos de apoyo.

Posteriormente hubo una marcha de protesta en Galdakao que reunió a cerca de 1.000 personas y hoy se anuncian rueda de prensa y otra movilización.

Sortu habla de «montaje» y Ares, de «cosa del pasado»

La portavoz de Sortu Amaia Izko definió la detención de Madina como una «nueva agresión de los enemigos de la paz», denunció que «la Guardia Civil tiene una agenda propia y la ejecuta con el aval del poder judicial español, PP y PSOE» y alertó de que «la información publicada por diversos medios que actúan como portavoces de la Guardia Civil apunta a un nuevo montaje policial». Por ello, llamó a sumarse a las movilizaciones que se convoquen, porque «es hora de mostrar el hartazgo de la sociedad vasca ante aquellos que pretenden perpetuar el conflicto».

Amaiur, por su parte, reclamó que se levante inmediatamente el régimen de incomunicación aplicado a Madina y solicitó una reunión con el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, para comprobar si se están cumpliendo las recomendaciones del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT). ELA también denunció la aplicación de la incomunicación al detenido.

El portavoz del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka, apuntó que no tienen información sobre las imputaciones a Madina y que están «a la expectativa para ver si se confirman o no».

Más significativa fue la reacción de Rodolfo Ares, supuesto objetivo del plan en el que estaría implicado Madina, ya que se limitó a proclamar, en un comunicado, que está «muy orgulloso» de haber formado parte del Gobierno de Lakua y situó la actuación de ETA en general como «un mal sueño de pasado», sin mención alguna al supuesto plan. GARA