Maider Eizmendi
Udate

Preparándose para recibir visita

Crear armonía entre lugareños y visitantes es uno de los principales objetivos de cara al verano de las localidades turísticas, que ven cómo su fisionomía cambia radicalmente cada año por estas fechas. Por ello, los preparativos son básicos.

Mañana, a la una menos nueve minutos del mediodía, entraremos oficialmente en verano, la estación que invita especialmente al ocio y al esparcimiento, a la que esperan con impaciencia comerciantes y hosteleros de aquellos municipios que durante los próximos meses cambian de arriba abajo el ambiente de sus calles.

La localidad costera de Zarautz es uno de esos lugares marcados en rojo en la agenda estival de muchas personas. Cada año, este municipio aumenta sustancialmente su población durante el verano. La afluencia de vascos y vascas que tienen aquí su segunda residencia, así como de extranjeros que llegan atraídos por su gran arenal, el ambiente surfero y sus paisajes, hace que sus paseos y terrazas se llenen de vecinas y vecinos temporales. «Los hay que vienen a Zarautz a pasar el día desde localidades del interior; hay quienes tienen una vivienda aquí y, además de los fines de semana durante el resto del año, realizan estancias más largas en verano; y los hay que vienen de más lejos y eligen la localidad como lugar de vacaciones», explica el concejal responsable del área de Infraestructuras y Movilidad, Mikel Goenaga.

Lograr cierto «equilibrio» entre las necesidades de turistas y visitantes y el bienestar de los vecinos y vecinas es el objetivo principal de muchas de las labores que se acometen en este municipio guipuzcoano de cara al periodo estival. No se puede olvidar, comenta Goenaga, que, «a falta de un tejido industrial fuerte, el turismo se ha convertido en una de las mayores fuentes de ingresos para la localidad». Por ello, desde el Consistorio hacen un esfuerzo especial por aumentar aquellos servicios que hagan que Zarautz «muestre su cara más amable tanto para lugareños como para visitantes».

Ante la llegada de la temporada estival -que oficialmente se inicia a mediados de junio-, una de las principales actuaciones que lleva a cabo el Ayuntamiento es la puesta a punto de la playa. «Se instalan los toldos, se acondicionan un par de cantinas en el malecón y se incrementan los baños públicos», explica. Este año estos trabajos han dado más quebraderos de cabeza que en ocasiones anteriores a causa de los daños que los temporales del invierno ocasionaron en el malecón y en el arenal.

Otra de las tareas que han de abordar se refiere a la recogida de residuos, que durante los meses de verano ha de ser más continua, sobre todo cuando coincide con los actos culturales y deportivos que también se incrementan notablemente durante estos meses. «La experiencia que atesoramos año tras año es importante en este ámbito y en base a ella el Ayuntamiento prepara sus servicios de recogida», señala. Como ejemplo, Goenaga explica que durante los meses de verano los contenedores se han de limpiar cada dos semanas, mientras que en verano la limpieza es semanal.

Un pueblo amable para todos

El transporte público también se adecua a las necesidades veraniegas. «Durante los meses de invierno la red responde a las necesidades de las personas que se desplazan principalmente por motivos laborales y de cuidado. En cambio, en verano los desplazamientos se realizan, sobre todo, por ocio. Por ello, los horarios cambian y también algunos de los trayectos». Acondicionar parkings disuasorios gratuitos con los que reducir el tráfico de las principales arterias del casco urbano es una de las medidas puestas en marcha en los últimos tiempos: «La gente que aparca allí se puede desplazar al centro en autobús tan solo pulsando un botón con el que alerta de su presencia y de que el autobús debe pasar por allí».

Goenaga comenta que siempre intentan incluir mejoras en el planteamiento general que hacen para verano. La principal novedad de este año reside en la adecuación del sistema de OTA para aquellas personas que se acercan a pasar todo el día: «La calle Herrikosoro se ha acondicionado para este tipo de gente, que puede aparcar su coche durante todo el día por cinco euros». También han dispensado bonos a los hoteles y hostales para que los distribuyan entre sus clientes. El objetivo de estas medidas es lograr que Zarautz «sea una localidad más amable, más peatonal y que los vehículos aparquen en los aparcamientos disuasorios» y, al mismo tiempo, que «las medidas de aparcamiento no retrasen la afluencia de visitantes».

En el interior

Aunque la costa parece ser el principal reclamo para los turistas que se acercan a Euskal Herria, localidades del interior, como Lizarra y otras de su comarca, también experimentan durante estas semanas una afluencia de visitantes considerable, gracias, entre otras cuestiones, a los campings que tienen en el entorno, tal y como nos explica Mirian Ganuza, responsable de la oficina del Consorcio Turístico de Lizarrerria.

Desde marzo aumenta el número de peregrinos que pasa por la zona y, según observa Ganuza, es muy probable que esta tónica se mantenga hasta finales de verano, «con un flujo mayor en estos dos meses». Y coincidirán durante este tiempo con las personas que tienen su segunda residencia en la zona, «principalmente guipuzcoanos», y con quienes se acercan desde otros lugares. «Se está notando el aumento de turistas que provienen de Bizkaia, pero en lo que a segundas residencias se refiere los guipuzcoanos se llevan la palma», matiza.

Añade que desde las provincias limítrofes la gente viene de excursión, «a pasar el día o el fin de semana», aunque insiste en que les visitan «más turistas que excursionistas». Estos se alojan mayoritariamente en los grandes campings que hay por la zona y «pasan, incluso, semanas».

Entre las medidas que adoptan de cara a verano, destaca el aumento del horario del transporte público comarcal que permite visitar muchos lugares de interés y, por su puesto, la ampliación del servicio del punto de información, que tiene un horario más prolongado.

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