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Fallece Gerry Conlon, uno de los «Cuatro de Guilford»

Gerry Conlon, símbolo de las víctimas de la represión británica en el norte de Irlanda falleció ayer en Belfast. Era uno de los «cuatro de Guilford», condenados tras ser torturados por una acción que no habían cometido. «Mi odisea continúa. Para otros, la pesadilla apenas comienza», afirmó en 2009 Conlon, cuyo caso fue llevado al cine en la película «En el nombre del padre» y que se convirtió en un activista en campañas contra cualquier condena injusta.

«Esta mañana hemos perdido a nuestro Gerry. Él trajo la vida, el amor, la inteligencia, el ingenio y la fuerza a nuestra familia a través de sus horas más oscuras. Él nos ayudó a sobrevivir en lo que no fuimos hechos para sobrevivir». La familia de Gerry Conlon comunicó así la noticia del fallecimiento de uno de los «cuatro de Guilford», condenados por una acción del IRA que no habían cometido.

El caso de Gerry Conlon, Paul Hill, Carole Richardson y Paddy Armstrong fue recogido en la película «En el nombre del padre» (Jim Sheridan, 1993), basada en la autobiografía «Proved Innocent», en la que su figura fue interpretada por el actor Daniel Day-Lewis.

Conlon murió a los 60 años. en su casa en la zona de Falls Road en Belfast, a causa de un cáncer con el que estuvo luchando durante muchos años.

El activista irlandés por los derechos humanos estuvo encarcelado 15 años de una cadena perpetua. Al igual que los otros tres condenados en 1974, fueron obligados a declarar bajo tortura en caso manipulado. Sus condenas fueran anuladas en 1989.

«Somos conscientes de que lo que se logró en la lucha por la justicia para nosotros tenía mucha, mucha importancia; forzó a abrir los ojos cerrados del mundo ante la injusticia; obligó a reconocer la maldad inimaginable; creemos que cambió el curso de la historia», señaló su familia en el comunicado.

«Le damos las gracias por su vida y damos las gracias a todos sus muchos amigos por su amor», añadió .

«He estado en la cárcel por algo que no hice. Soy totalmente inocente», declaró Conlon cuando salió libre de la Corte de Apelaciones. La acción por la que fue condenado fue una bomba en un pub de Guilford, a las afueras de Londres, que mató a cinco personas.

Tras su puesta en libertad, Conlon siguió siendo un activista en favor de los derechos humanos y apoyando campañas contra cualquier injusticia. Entre las más recientes se encuentran el apoyo a los «Dos de Craigavon», Brendan McConville y John Paul Wootton, condenados a cadena perpetua, que mantienen su inocencia y sostienen que el juez del caso se basó en pruebas manipuladas,

También ha participado en la campaña por la liberación de Chelsea Manning (antes Bradley Manning), analista de inteligencia del Ejército de EEUU que reveló a Wikileaks los abusos cometidos por Washington en Afganistán e Irak y que fue condenado a 35 años de prisión.

El padre de Gerry, Giuseppe Conlon, también fue encarcelado por la supuesta fabricación de bombas, en el caso conocido como «los siete de Maguire», también manipulado para encarcelarlos y con tortura de por medio. Murió después de cinco años de cárcel, en 1980, defendiendo su inocencia.

Adams: «Ejemplos infames del fracaso del sistema británico»

El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, expresó su conmoción y profunda tristeza por la noticia, según comunicó la formación republicana. «Gerry y su padre Giuseppe fueron dos de los ejemplos más infames fracasos de la justicia por parte del sistema político y judicial británico», afirmó Adams, que extendió sus condolencias a la familia y amigos de Conlon.

También Alex Attwood, diputado del SDLP en la Asamblea norirlandesas, le rindió homenaje. «Había dado muchísimo, pero todavía tenía mucho más para dar», dijo Attwood, según la web «nortedeirlanda.blogspot.com». «Lo que él aprendió de su tiempo en la cárcel y la campaña para la liberación fue la importancia de no solo luchar con furor contra su propia injusticia, sino luchar por aquellos que también habían sufrido injusticias». El diputado laborista agregó que «ahora está con su padre y su madre».

En julio de 2000 el primer ministro británico, Tony Blair, se convirtió en el primer político de alto nivel en pedir perdón públicamente a Conlon, los otros tres de Guildford y los siete de Maguire por los injustos encarcelamientos y los abusos cometidos «Reconozco el trauma que la condena causó a los Conlon y a las familias Maguire y el estigma asociado incorrectamente a ellos hasta el día de hoy», indicó Blair. GARA