Aritz Intxusta
Periodista
TXOKOTIK

Ahorrar en tortillas congeladas es ruin

Menuda indignación se ha generado esta semana en Nafarroa cuando se ha conocido que el Gobierno se hubiera ahorrado casi 700.000 euros de no haber privatizado las cocinas del hospital. Y es como para indignarse, pero aun con todo, es un enfado idiota. ¿De verdad hay que ahorrar en la comida que se da a las personas enfermas? ¿No tenemos ni para darles de comer un puñetero plato decente? ¿Ni aunque estén doloridos, operados, febriles, muy jodidos o terminales? ¿En serio? Me parece a mí que la única duda seria es si nos hemos vuelto ruines o simplemente gilipollas.

El razonamiento de que mejor cuanto más se ahorre en la comida del hospital tiene una única conclusión lógica: no dar de comer. Porque estaremos de acuerdo en que como más se ahorra es no gastando un euro, ¿o no? Apunta, Marta Vera. Estamos hablando de un ahorro millonario de más de seis millones de euros. Total, ¿para qué servirles tres comidas? Seguro que no van a rechistar, porque estando enfermos tendrán mejores cosas de las que quejarse. No quiero seguir dando ideas, pero incluso se puede ganar pasta si se cobra bien caro el menú. Y, si hacemos como en los cines y no dejamos meter alimentos de fuera, nos queda un negocio de rechupete.

Dejemos a un lado, pues, el error de enfoque a la hora de tratar este tema. Vayamos a un detalle tonto, a las tortillas francesas. Mediterránea de Catering, la empresa concesionaria de la privatización del servicio de los hospitales navarros, compra la tortilla francesa congelada. Sí, lo que lees: compra tortilla francesa con-ge-la-da. Lo único que usa fresco son las frutas, la pechuga de pollo y el pavo (y hay quejas de que la fruta llega mustia). Me da en la nariz que eso de que el 40% de los platos regresa a medio comer no es porque sirvan de más.

Llamadme frívolo, pero en la comida de un hospital habrá que gastar lo que haya que gastar para que no sea bazofia. Y si alguien no ve esto, quizá sea él quien está enfermo. Las cocinas han de volver a ser públicas, cueste lo que cueste, y que se recorte donde haya que recortar. Basta de mezquindades.