Ion SALGADO GASTEIZ
BBk eta Vital-en azken asanblada

La petición de explicaciones no tuvo respuesta en Vital


La asamblea general de Caja Vital ratificó ayer su propia disolución. A partir de ahora la entidad alavesa, reconvertida en fundación bancaria, estará dirigida por 15 patronos, dos designados por las entidades fundadoras -Diputación de Araba y Ayuntamiento de Gasteiz- y trece propuestos por PP, PNV y PSE. La transformación en fundación fue aprobada con 45 votos a favor, once en contra y diez abstenciones. Al parecer, una persona ligada al PP decidió abstenerse.

Según pudo saber GARA, el debate, en el que también se aprobó el presupuesto de la obra social, que este año contará con 4.984 millones de euros, estuvo marcado por la falta de respuestas a las cuestiones planteadas por EH Bildu, que antes de la reunión denunció el «atropello» cometido por las citadas formaciones.

Tres partidos que, pese a que la ley establece que los patronos deben tener «perfiles profesionales», han dejado en manos de exconcejales, exjunterios y miembros del partido el futuro de la fundación. «Van a constituir una fundación bancaria en la que quince personas van a controlar todo el patrimonio de la caja», destacó Fernando Velasco, que defendió la continuidad de la asamblea general.

En declaraciones a los medios, el representante de la coalición, que estuvo acompañado por otros compañeros de filas, hizo hincapié en la necesidad de llegar a un acuerdo entre las diferentes sensibilidades representadas en la asamblea a la hora de redactar los normas que regirán Caja Vital. «Queremos unos estatutos que reflejen la cohesión que debe haber entre la entidad y la sociedad alavesa», añadió.

Al igual que EH Bildu, la mayoría sindical, que se concentró frente a la sede de Caja Vital, situada en el barrio de Salburua, también criticó la conversión en fundación bancaria. En opinión de Begoña Vázquez (ELA), esta decisión es fruto de un acuerdo político «tomado de espaldas a las asambleas».

«Esta conversión se ha aprobado sin abrir un debate real sobre el modelo financiero que queremos», subrayó Vázquez, que recordó que en algunos estados todavía existen cajas de ahorros. «No era obligatorio convertirla en fundación, pero han hecho una ley para ello», añadió. Por su parte, Rafa Izquierdo, que intervino en representación de LAB, manifestó que las cajas se caracterizan por contar con un carácter público, un control institucional y una obra social. «Tres características que corren el riesgo de desaparecer si se convierten en fundaciones», concluyó.