Bidasoa se tomó su tiempo para encajar la decisión que le alejaba definitivamente de la Liga Asobal el pasado viernes y, en vez de reaccionar en caliente, esperó el fin de semana para valorar la situación y ofrecer su punto de vista a la opinión pública. Su presidente, José Ángel Sodupe, compareció ayer en rueda de prensa para hacer patente su disgusto personal, el del club y, en cierto modo, el de quienes creen llegada la hora de mostrarse más expeditivos con quienes incumplen las normas.

«Consideramos desvirtuada la Liga Asobal, porque si algunos equipos pueden competir incumpliendo la normativa establecida, no se puede decir que estemos todos en las mismas condiciones. Pensamos que este tipo de decisiones no ayudan a sanear el balonmano, más bien prolongan su agonía», declaró.

El hundimiento en barrena del balonmano de elite en las últimas dos temporadas es una realidad insoslayable, y las iniciativas institucionales adoptadas con el objetivo predicado de mejorar la situación (Comisión de Seguimiento, Comisión Paritaria), donde el Consejo Superior de Deportes (CSD) del Gobierno de Madrid ha tomado un papel protagonista, se han mostrado ineficaces. Incluso Sodupe mencionaba ayer que «ha habido muchas presiones políticas porque, si no, no son normales tantas prórrogas hasta que se ha conseguido el objetivo de que el Aragón pagara los avales».

El presidente bidasotarra recordaba que la pasada temporada ya aceptaron jugar en la Liga Asobal en condiciones adversas, tras la sorpresiva retirada del At. de Madrid. «Fuimos invitados en el último momento y participamos con un equipo pensado para la División de Honor Plata, lo que influyó en nuestros resultados deportivos».

En esta ocasión, desde el final de la Liga, y conocidas las graves dificultades de varios clubes -el Valladolid, por ejemplo, ha desaparecido tras descender, y con él sus cuantiosas deudas, para reaparecer ipso facto con otro nombre limpio de polvo y paja, a tiempo para conseguir una plaza en la Plata-, los dirigentes federativos informaron al Bidasoa de que preparara su documentación porque era muy probable que se produjera alguna vacante y el club de Irun era el primer candidato a cubrirla.

Bidasoa expresó sus reticencias sobre los plazos, recordando la mala experiencia del año pasado, pero se le aseguró que se actuaría con diligencia contra quienes incumplieran los requisitos, un compromiso que Bidasoa considera que no se ha cumplido, «y ahora nos sentimos muy perjudicados, y no por no participar en la Liga Asobal, sino por no haber podido confeccionar la plantilla hasta ahora, ya que a estas alturas no hay apenas jugadores disponibles para lograr nuestro objetivo, volver a la máxima categoría».

Como consecuencia de todo ello, el club solo tiene 6 jugadores fichados -7 con el anuncio ayer de la llegada del veterano portero bosnio Pedja Dejanovic-; los que esperaban a ver si se confirmaba la presencia en la Liga Asobal ahora se replantean su situación; Fernando Bolea tenía que retrasar una semana el inicio de la pretemporada -que empezará mañana, en principio creen que con 9 jugadores-; y la directiva no ha podido lanzar la campaña de socios ni la de patrocinadores por la incertidumbre sobre la categoría definitiva.

Sodupe expresaba su queja ayer con mucha claridad: «No nos parece de recibo haber tenido que esperar tanto tiempo para saber en qué categoría íbamos a competir, dado que la confección de la plantilla está supeditada a la categoría en la que se participa, y por lo tanto al presupuesto de que se dispone. Para llegar a este punto, los organismos que dirigen el balonmano de elite estatal (Federación Española, Asobal, Asociación de Jugadores y CSD) han incumplido todos los plazos que previamente estaban estipulados, y que en su día prometieron cumplir a rajatabla».

Como gesto testimonial, José Ángel Sodupe informaba que en breve formalizará su dimisión como vocal de la Junta Directiva de la Federación Española.