Anjel Ordóñez
Kazetaria
IKUSMIRA

La estupidez humana y su afán de superación

James Smithson fue un ilustre mineralogista y químico británico, hijo ilegítimo de Sir Hugh Smithson, cuarto Barón de Stanwick, de quien recibió una considerable herencia. Smithson, el científico, legó más de diez millones de dólares al Gobierno de los Estados Unidos con la condición de que se utilizaran para la creación de una «fundación para el aumento y difusión del conocimiento entre los hombres». Esa fundación es hoy la Smithsonian Institution, un impresionante centro de educación e investigación ubicado en Washington, y posee un amplio complejo de museos asociados.

Uno de esos museos es el Centro Steven F. Udvar-Hazy, especializado en el ámbito de la navegación aerospacial. En uno de sus hangares se encuentra, totalmente restaurado y perfectamente conservado, el «Enola Gay», el bombardero B-29 que lanzó la primera bomba atómica en los estertores de la Segunda Guerra Mundial. Un tributo a la barbarie como se me ocurren pocos y una ofensa vergonzante a la memoria del ilustre James Smithson.

Precisamente, hoy se cumplen 69 años desde que esa bomba, bautizada cínicamente como «Little boy», destruyera la ciudad japonesa de Hiroshima por orden del presidente Harry Truman. Murieron 120.000 civiles japoneses; 360.000 resultaron heridos de gravedad y posteriormente experimentaron terribles mutaciones genéticas a causa de la radiación a la que estuvieron expuestos. Sin duda, la estupidez y la crueldad alcanzaron con este negro episodio una de las cotas más elevadas en la historia de la humanidad. Esa que se dice a sí misma civilizada.

Pero, junto a la estupidez y la crueldad, cualidades que le diferencian de gran parte del resto de la biodiversidad conocida, el ser humano tiene a gala otra indiscutible habilidad: el afán de superación. Y si Hiroshima fue un hito simbólico, Gaza y el pueblo palestino llevan camino de tomar el involuntario e indeseable relevo de la ciudad japonesa en número de inocentes víctimas civiles a manos, en este caso, de la avanzada maquinaria israelí de exterminio.