Beñat ZALDUA
EL PROCESO SOBERANISTA CATALÁN

«Hola, buenos días, ¿cómo se imagina usted un nuevo país?»

Unos 8.000 voluntarios tocaron ayer decenas de miles de timbres en toda Catalunya, en el inicio del puerta a puerta organizado por la ANC y Òmnium en el marco de la campaña «Ara es l'hora». El objetivo: llevar a todos los hogares el debate sobre el futuro estado catalán.

«Hola, buenos días, somos voluntarios del 9N y venimos a ofrecerle información y hacerle unas preguntas». Es probablemente la frase que más se escuchó ayer en Badalona, la tercera ciudad más habitada de Catalunya, principal núcleo urbano gobernado por el PP catalán y lugar escogido por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural para iniciar el puerta a puerta de la campaña conjunta «Ara es l'hora». Con la fotografía unitaria del viernes como bálsamo, 2.000 voluntarios en Badalona y 8.000 en toda Catalunya llamaron al timbre de decenas de miles de hogares para realizar lo que ya han bautizado como la «gigaencuesta», un formulario para interrogar a la ciudadanía sobre cómo se imagina un nuevo país.

Porque «no se trata de dar la chapa ni hacer un mitin, se trata de preguntar», repite en más de una ocasión Marc Grau, que junto a un cartel en el que se lee «Formació», explica a dos decenas de voluntarios el mecanismo para llevar a cabo el puerta a puerta. Es la primera gran jornada de la campaña, los pequeños caos abundan, pero el esfuerzo organizador se nota. Los voluntarios pasan primero por las mesas de material, donde se les entrega una carpeta con los formularios de la encuesta y una relación de casas a las que tienen que llamar. Unos 30 hogares por cabeza, 60 en realidad, ya que lo hacen en parejas.

Con la carpeta en la mano, los voluntarios se paran delante de formadores como Grau, que da una charla con cuatro pequeños consejos: «Estamos de fiesta, contentos, hagamos partícipes de nuestra alegría a los vecinos», recomienda, como si de una charla de motivación a comerciales del Corte Inglés se tratase. Pero ilusión, precisamente, es lo que no falta. De hecho, la mayor preocupación de una de las voluntarias que se acerca a Grau es saber cuándo podrá ella rellenar su propia encuesta: «Es que claro, cuando llamen a mi casa no voy a estar, porque estoy aquí de voluntaria».

Entre los que siguen atentamente las instrucciones encontramos al diputado de ERC Oriol Amorós, que comenta, medio agobiado, que «aquí hay muchas casas a las que llamar». Es uno de los numerosos ilustres que participa en esta primera jornada masiva de puerta a puerta. Destacan también Josep Rull e Irene Rigau (CDC), Anna Simó (ERC), y el diputado de la CUP, David Fernández. Este último, uno de los más reclamados junto a las presidentas de Òmnium, Muriel Casals, y de la ANC, Carme Forcadell, que admite, sin que los políticos le escuchen, que el viernes le «hicieron sufrir».

Con Karmele Marchante

Pero si de popularidad se trata, Fernández, Casals y Forcadell no tienen nada que hacer. Karmele Marchante, habitual tertuliana de «Sálvame», es la estrella del puerta a puerta. No es broma. La conversación local de parroquianas reunidas en una sombra de la plaza Pompeu Fabra permanece impasible al paso de decenas y decenas de voluntarios; solo el paso de la tertuliana reina hace que levanten la cabeza y pregunten que qué es eso de la encuesta. Previo `selfie' con la `celebrity', por supuesto.

De esta manera, Marchante puso ayer en práctica un independentismo anunciado hace meses; un apunte más para una biografía en la que además de «Sálvame» y «Supervivientes», constan un padre coronel de infantería, un título de la Universidad de Navarra, una militancia feminista y una traducción del libro «Principios políticos, filosóficos, sociales y religiosos» del Ayatollah Jomeini. Definitivamente, la vida es muchísimo más compleja de lo que a veces nos gustaría creer.

Ánimos en «plaza difícil»

Volviendo a Badalona, al mediodía ya no quedan VIPs en la plaza, a la que empiezan a regresar los primeros voluntarios, contentos y acalorados. «No es fácil, en muchas casas no te abren, se piensan que es propaganda», explica Iolanda Garcia, que sin embargo, asegura que no se ha encontrado ningún «no» tajante y que ha podido rellenar la mayoría de las encuestas. «La mayoría en castellano», apunta. Otros no han tenido tanta suerte y vuelven con la mayoría de encuestas sin completar. «No pasa nada, sabíamos que era una plaza difícil, seguiremos», asegura un voluntario.

En la plaza les espera un vermut a cargo de la organización. Y como la prohibición de las batucadas todavía no ha conseguido hacerse un hueco dentro del debate sobre el futuro estado catalán, los tambores se encargan de poner fin a un acto popular y festivo, cuya resaca se extiende por el resto del área metropolitana. Lejos ya de Badalona, uno puede distinguir a los voluntarios por la chapa que les identifica como tales. No se la quitaron en todo el día.