La Audiencia Provincial de Araba ha desestimado el recurso de apelación presentado por Laboral Kutxa ante la sentencia dictada por un juzgado de Gasteiz que condenaba a la entidad a devolver a un electricista los 35.000 euros que invirtió en aportaciones subordinadas de Eroski, al considerar que no quedaba probado que la entidad financiera explicase «razonable y comprensiblemente» que el producto era perpetuo. El fallo confirma la sentencia que declaraba la nulidad de contrato firmado en junio de 2007 entre el cliente y la entidad, y le condena también a abonar las costas.