Oroz atiende a GARA tras dedicar la mañana de ayer a hablar con Manolo Azcona de su futura labor como director del Lizarte y de esforzarse por convencer a sus ciclistas de que pueden encontrar la opción que le dio a él Kaiku con 25 años.

¿Cómo ha tomado la decisión de dejar la bicicleta y subirse al coche de director del Lizarte?

La que me costó fue la decisión de dejar la bicicleta. El año pasado cuando desapareció Euskaltel me sentía ciclista, no creía que era el momento de dejarlo. Este año he hecho un calendario alternativo, he disfrutado, me ha salido bien, pero me ha hecho ver que lo que quería es correr Tour, Giro y Vuelta y cuando veía que no iba a conseguirlo y que otro calendario no me convencía, no he dudado y he visto claro que no debía seguir.

¿Ha tenido ofertas?

Casi todo el año he pensado que iba a tener la oportunidad en el World Tour y la he tenido bastante cerca, pero al no entrar donde yo quería ese día dije que dejaba la bici. Se lo dije a mi mujer y me dijo que esperara a otros equipos, pero en mi foro interno ese día vi que no seguía. Desde el año anterior he tenido conversaciones, pero al final hay que ser realista y ver cómo está la situación. Parecía que las cosas me salían bien, pero al final cuenta la realidad y cuando ves que están las cosas como están tomas esa decisión. Este año la apuesta me ha salido deportivamente bien, pero si no he conseguido el contrato que quería, hay que tomar decisiones y es lo que he hecho.

¿Cómo ha vivido su última temporada en el Burgos continental y su primer triunfo como profesional?

He disfrutado mucho, he coincidido con gente cojonuda, encima me han apoyado al 100% y encima deportivamente la rabia que tenía me ha hecho rendir bien y dejar la bici con buen sabor de boca. Ganar en mi último año es gratificante. Había hecho segundos puestos, pero no había ganado y fue un día en el que liberas la tensión. Es un recuerdo que se me va a quedar. He cambiado el rol, desde el primer momento tuve claro que tenía que obtener resultados, los he logrado y me deja el poso de irme satisfecho, pero también me ha hecho ver que para andar así tienes que forzarte mucho. Me ha valido para ver que ya vale y que a otra cosa porque competir así es muy complicado. Hay mucho nivel en todos los sitios, en la élite todo el mundo se exige al máximo y ganar es muy difícil y ves lo que cuesta.

¿Qué balance realiza de su etapa como profesional?

Me quedo con la gente y las vivencias que he tenido, con los amigos. Tanto corredores, porque en los equipos que he estado he tenido un lujo de compañeros, como auxiliares. Me quedo con los momentos vividos y con mucha gente que si no hubiera sido ciclista no la hubiera conocido.

¿Qué momento destacaría?

He corrido diez grandes vueltas, cuatro Tours, cuatro Vueltas y dos Giros y me acuerdo mucho de la etapa de Cotobello que ganó Nieve tras ir en la fuga él, Txurruka y yo. Unos días antes se había caído Igor Antón, que iba de líder con muchas opciones de ganar la Vuelta y se fue a casa, y ese triunfo fue especial porque el equipo estaba hundido y le dimos la vuelta. Fue un día inolvidable.

¿Y el negativo?

Un Giro que hice muchas etapas con un hueso de la mano roto y me costó darle la vuelta y la incertidumbre del final del Euskaltel. Cuando desapareció decía que si no había Euskaltel había que inventarlo. Tristemente cuando estaba no se valoraba tanto cómo se consiguió estar en la mejor Liga del mundo con buenos resultados. El ciclismo no son solo los ciclistas, mucha gente más, y hay que trabajar todos remando en la misma dirección. A ver si entre todos se rehace. Ha salido Murias Taldea, que es un proyecto muy bueno para el ciclismo. Ojalá le den continuidad y haya más proyectos ciclistas que den salidas a los ciclistas para poder estar donde estuvimos o cerca.

Intentará ayudar a dar salida a los jóvenes ahora en el Lizarte...

Me ha venido un año antes de lo que esperaba. Pensaba dedicar un año a los míos, a estudiar y a tomarlo con tranquilidad, pero me ha llamado Manolo Azcona y no supe decirle que no. Es un proyecto ilusionante, me motiva mucho y al final me involucraré en todo lo que pueda. No voy a saber hacerlo a medias. Intentaré enseñar lo que sé en el campo amateur, hay que cuidarlo, es de donde salimos todos y personalmente es una tarea que me motiva y es una satisfacción. Trataremos de formar ciclistas y que el ciclista que salga del Lizarte lo haga con oficio y con unos valores y unas ideas del ciclismo que nos parecen adecuadas. Ojalá seamos capaces de formar muchos ciclistas para el futuro.