VÍCTOR 14

ALTUNA III 22

Jokin Altuna se encargó ayer en el Labrit de despejar los nubarrones que se habían acumulado para los pelotazales amezketarras con la lesión en el dedo de Ekaitz Saralegi y su renuncia a estar ayer en la Bombonera. Sin embargo, Julen Retegi les devolvió la sonrisa el viernes en Oñati clasificando al más veterano a semifinales en el campeonato de Primera, y el más joven se las ingenió el solito para colarse en su primera final como profesional, apenas cinco meses después de su debut.

Pero en un pelotari tan joven y en un mundo que cada vez necesita más productos de consumo rápido, lo mejor en el caso de Altuna es quizá que su paso por este primer campeonato como profesional le ha servido para evolucionar y aprender, si de verdad el campeonato hace honor a su remozado nombre.

Y es que el campeonato no comenzó nada bien para el de Amezketa en su primer partido en Alegia. En su pueblo natal, un Artola que puede convertirse hoy en su rival de la final si supera a Rico IV en Donostia, le remontó un partido que tenía muy a su favor a base de empuje físico y aguante, mientras que el de Aspe dio la impresión de ceder demasiado fácil.

Con la lección aprendida

En pelotaris todavía en formación, estas experiencias pueden ser un obstáculo o servir de aprendizaje y parece que el de Amezketa, que mencionó el partido de Alegia en sus declaraciones post-partido, decidió sacarle provecho a un traspié. Con una pelota quizá excesiva para la distancia, Víctor, con el saque y la volea como principales argumentos, lo puso en un gran apuro cuando, tras un inicio de partido muy equilibrado, se le adelantó por 13-9.

Lejos de hundirse, Altuna III supo sufrir y entregarse en defensa para no irse del partido y, cuando el esfuerzo comenzó a hacer mella, apareció su duende. Siguiendo la tradición de artistas de Amezketa, en esos momentos críticos tiró de recursos ofensivos, especialmente de su habilidad en la dejada, y desarboló a un impotente Víctor con un parcial de 13-1.