Mikel INSAUSTI DONOSTIA

«Birdman» recupera a Michael Keaton y devuelve a Iñárritu a la primera línea

Con siete nominaciones a los Globos de Oro, «Birdman» se posiciona como favorita para los Óscar, lo que supone la recuperación de su estelar Michael Keaton, a la vez que sitúa de nuevo al cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu en el lugar destacado que le colocó internacionalmente su ópera prima «Amores perros». La mirada extranjera sobre Hollywood vuelve a funcionar, a través de la historia imaginaria de un olvidado actor de películas de superhéroes.

En los últimos tiempos han funcionado muy bien de cara a los Óscar las películas que yo llamaría recuperadoras, pertenecientes a un nuevo género consistente en resucitar a viejas glorias de la mano de un director necesitado de un éxito para remontar su carrera. Le sirvió a Darren Aronofsky y a Mickey Rourke en 2008 con «El luchador», o en el 2013 a Alexander Payne y Bruce Dern con «Nebraska». «Birdman» es eso mismo, ya que va a relanzar tanto a Alejandro González Iñárritu como a Michael Keaton.

Las siete nominaciones a los Globos de Oro, incluida la de Mejor Película, así lo indican. Es, asimismo, una de las grandes favoritas para los Óscar. Desde que el cineasta mexicano irrumpiera en el panorama internacional catapultado por la fuerza de su ópera prima «Amores perros», Iñárritu no ha conseguido otra película de tanto impacto. Ya lo había intentado antes en Hollywood, pero esta vez por fin ha acertado con la mirada extranjera.

«Birdman 4»

Y lo ha hecho, al irse a fijar en el mayor mito actual de la industria del cine estadounidense, que son las películas de superhéroes. Y uno de los primeros actores en enfundarse el traje de superhéroe fue Michael Keaton, algo que marcó el resto de su carrera profesional negativamente, sin poder escapar luego al encasillamiento al que le condujo su interpretación del papel de «Batman».

Al protagonizar «Birdman» Michael Keaton se está interpretando a sí mismo, y hay una secuencia en la película que lo deja bien claro, cuando dice haber rechazado una oferta millonaria para hacer «Birdman 4», en alusión a su repetida negativa a protagonizar más secuelas del «Batman» de Tim Burton.

El actor tras la máscara de hombre-pájaro intenta desprenderse de tan pesada carga, refugiándose en el teatro como medio interpretativo para regenerarse y dejar atrás su pasado de estrella comercial de la gran pantalla. Pero el fantasma del hombre-pájaro le persigue a todas partes como si fuera su sombra, volviéndole loco.

Ese recurso surrealista se presta a una representación metalinguística del cine masificado, con todo lo que conlleva de dimensión virtual a gran escala. Para acentuar el ritmo desquiciado de la narración, Iñárritu utiliza el plano-secuencia único, en una ilusión que logra por medio de efectos que eliminan los cortes entre las tomas, dando la sensación de que la acción se desarrolla de forma continuada.