Agustín GOIKOETXEA

Vecinos de Deustuibarra reivindican a Yolanda González

El recuerdo de Yolanda González sigue vivo en Deustuibarra, de donde marchó para encontrar la muerte en Madrid -ayer hizo 35 años- a manos de unos ultraderechistas que la secuestraron y acabaron con su vida. Decenas de vecinos participaron en un emotivo homenaje en el que se reivindicó la figura de la joven. «Que quede claro que, pase el tiempo que pase, no nos olvidaremos», prometió una amiga, al tiempo que reclamó que se dé su nombre a una plazuela.

La muerte de Yolanda González Martín marcó a quienes la conocieron. Ayer, en su barrio natal, a escasos metros de las aguas del Ibaizabal, se le rindió un sencillo y emotivo homenaje en la plazuela que vecinos y colectivos de Deustuibarra reivindican que lleve su nombre.

A mediados de octubre, registraron una petición dirigida al alcalde de Bilbo para que denominase con el nombre de esta víctima de la ultraderecha a la pequeña plaza. A día de hoy, saben que el asunto está encima de la mesa de Ibon Areso, que no acaba de pronunciarse. Se enteraron porque hace unas semanas, al no recibir contestación oficial alguna, acudieron de nuevo al registro del Consistorio y allí les informaron.

Ayer, una amiga de la joven dejó claro que lucharán por ello «y no descansaremos hasta lograrlo». Su intervención cerró un acto en el que se dieron cita decenas de personas, muchas de las cuales conocieron en primera persona a la militante del PST, como la autora del documental ``Yolanda en el país de lxs estudiantes'', Isabel Rodríguez, cuyo trabajo fue proyectado después en Pabellón 6 y por la noche se pudo ver en NAIZ. «Para los vecinos que formamos este emblemático barrio tu dolorosa partida fue una conmoción terrible», reconoció. Ahora, 35 años después, siguen recordando aquellos trágicos sucesos, a los que siguió un funeral en el que la Policía española trató de abortar, sin éxito, cualquier tipo de protesta en Deustua.

«Lo vemos más serenos que entonces, pero te tenemos tan presente o más si cabe. Quienes tuvimos la enorme fortuna de conocerte jamás te olvidaremos, y el resto sabrán de ti mediante nuestro testimonio: ¡que nadie se olvide de que fuiste nuestra vecina y de que si no llega a ser por la crueldad y la sinrazón de esa escoria tú seguirías estando entre nosotros!», manifestó Anabel Piris.

Al lado del hermano de Yolanda, Asier, recordó a la madre de ambos. «Lidia me dio una lección de vida que quiero compartir con todos vosotros, y es que, a pesar del dolor y del sufrimiento que ella sentía, educó a sus hijos en el no rencor, y a seguir viviendo en armonía», señaló Piris, antes de concluir con un «Yolanda... siempre en nuestros corazones».

Antes, los organizadores del acto incidieron en la intensa vida de Yolanda González, que a sus 19 años estaba implicada en una multitud de luchas desde el movimiento estudiantil para conseguir, en definitiva, un mundo más justo. Destacaron que por su compromiso militante la eligieron los miembros de Fuerza Nueva Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez, que reivindicaron la acción en nombre del BVE.

«Miró a su alrededor y sintió la necesidad de aprender desde una edad temprana. Yolanda era una mujer fuerte y trabajadora, políticamente de izquierdas, siempre dispuesta a trabajar en favor del socialismo», remarcaron en euskara, para apostillar que «se comprometió con los seres humanos». «Eso es, sin duda, lo que no pudieron tolerar sus verdugos», enfatizaron.

Fueron los mensajes que se transmitieron en un acto que comenzó al son de la alboka y al que siguió un arresku de honor bailado por una dantzari frente al mural que recuerda en la plazuela de Deustuibarra a Yolanda González. En 2013, el Consistorio bilbaino lo borró, lo que generó un gran malestar.

Luego, los congregados depositaron claveles rojos junto a un pequeño pebetero. También hubo un pequeño recuerdo de los organizadores para la familia González Martin, a quienes se entregó un cuadro.