Hay modalidades en las que las diferencias deportivas son insalvables. Y el balonmano de la Asobal ahora mismo es una de ellas. El Barcelona está a años luz de sus rivales y, ni siquiera, quien ocupa la segunda plaza del campeonato, el Naturhouse La Rioja, es capaz de meterle en problemas -los riojanos perdieron en Copa este pasado miércoles por 11 goles-. Por eso, pensar que Anaitasuna pueda traerse algo del Palau -20.30- resulta una quimera y sería una sorpresa mayúscula.

Ese mal trago que todos los equipos tienen que pasar ante el coloso azulgrana llega, además, en el peor momento posible, justo después de haber encajado una dolorosa derrota ante un Benidorm que hizo sangre en La Catedral y le arrebató a los navarros el cuarto puesto. En todo caso, el técnico de los blanquiverdes, Iñaki Aniz, quiso restar presión a los suyos, conminándoles a «hacer un buen partido y jugar mejor» de lo que lo hicieron el pasado sábado.

Aseguró, de cualquier modo, que su idea no es ir a Barcelona a cumplir «un trámite», sino el de ponérselo difícil al Goliath del balonmano estatal. «Es un equipazo, pero siempre hemos peleado en todas las pistas. Sabemos en qué claves nos movemos y no conviene engañarse pero, como equipo y como club, tenemos que hacer un buen papel y dar una buena imagen», señaló Aniz.

El encuentro se adelanta a la jornada del fin de semana por el compromiso de Champions que tiene el domingo el Barcelona, ya que recibe al Kolding Copenhague, con el que se juega el primer puesto de su grupo, después de haber empatado (28-28) en el partido de la primera vuelta en tierras danesas. Cabe esperar que su entrenador, Xavi Pascual, vaya dando minutos a muchos de los internacionales que jugaron el Mundial de Qatar, entre ellos Nikola Karabatic, recientemente encausado por la justicia y que guardó descanso en los dos últimos encuentros.