Jon ORMAZABAL
PALA | Final del Campeonato de Euskadi de Parejas

El Balda acorta distancias

Fusto-Ibai Pérez, campeones de la Liga, llegan invictos, pero Gaubeka-Brefel están en su mejor momento.

Desde que la pala mudó del histórico Deportivo -frontón largo de herramienta- al majestuoso Bizkaia -más corto y más enfocado a la mano- quitarle una txapela a Pablo Fusto se ha convertido en una especie de misión imposible. Por razones organizativas, otro templo del leño como el Carmelo Balda donostiarra ha acogido el Parejas de este año y, por contradictoria que pudiera parecer, alargar el frontón parece haber reducido las distancias entre el delantero bonaerense y el resto.

La cátedra prevé una de las finales más abiertas de los últimos tiempos, y eso que los recientes ganadores de la Liga BBK, Fusto-Ibai Pérez se presentan a la cita de hoy a las 18 horas tras clasificarse directamente después de haber sido los mejores en la primera fase, donde ya vencieron a sus rivales de hoy, unos Gaubeka-Brefel que, no obstante, llegan en una clara trayectoria ascendente.

El propio Gallo de Armintza, que ya va teniendo ganas de volver a cubrir su cresta con una nueva txapela, reconoció en la elección de material del martes que la final les pilla en el mejor momento del campeonato. El delantero vizcaino, que también ha notado una mejoría, coloca la clave de esta mejoría en la adaptación de Brefel a una cancha tan exigente como la de Anoeta. Y es que, el zaguero de Toulouse se ha forjado una brillante carrera en aficionados, donde ha adquirido cierto cartel internacional, pero nunca había competido en una cancha larga, mucho menos en un frontón enorme como el Balda.

De ahí que los primeros partidos en el recinto donostiarra le hayan sido especialmente incómodos, especialmente con el saque. Minimizar los errores con la jugada inicial le ha servido para adquirir confianza y ha adquirido un nivel óptimo de juego en los últimos compromisos.

Difícil adaptación

Por contra, por mucho que presentase una primera fase de competición inmaculada, Ibai Pérez, que ha tenido un acoplamiento rapidísimo a profesionales, no termina de pillarle el punto a jugar en el Balda.

Y no es por falta de rodaje en un frontón largo, pues el de Las Llanas de Sestao, donde se ha reconvertido de manista a palista lo es. «Pero aquí me cuesta muchísimo ponerme», reveló el zaguero vizcaino quien reconoce que no pasa por su mejor momento de juego.

Sin embargo, los colorados cuentan con el factor Fusto, el acaparador de txapelas, que tiene ese don de los grandes campeones de crecerse en los momentos más determinantes.