Jorge Nagore
DIARIO DE NOTICIAS, 2015/3/15
HEMEROTEKA

¡Pitad por mí!

Va a llegar el día en el que para entrar a un campo de fútbol te exijan llevar monóculo, bajo el brazo un libro de poemas (...) y que te conecten a una ordeñadora que te saque por las orejas la adrenalina. (...) La última es la ocurrencia del presidente de la LFP de suspender la final de Copa si las aficiones del Barcelona y del Athletic pitan el himno. Pero, a ver, ¿esto qué es, Corea del Norte? Las aficiones de Athletic y Barcelona pitarán lo que les dé la gana, que para eso se van a tragar de su bolsillo un porrón de kilómetros, mientras que el invitado de honor va a ver el partido por la filosa y en la mejor localidad, cuando a ninguno nos han preguntado si queremos que la Copa dichosa se llame así o Copa de X. Y porque les sale de la nariz, qué pasa, ¿o es que es mayor falta de respeto pitar un himno que el hecho de tener que ir a ver un partido y que te endosen un himno? ¿Qué pinta el himno en todo esto, no es una falta de respeto también a los miles de hinchas de ambos equipos que no se sienten españoles, por qué es solo falta de respeto la que tienen los que lo pitan pero no la que tienen quienes lo introducen en un espectáculo deportivo que nada tiene que ver con la política? Dirán, pues que no jueguen esa Copa, que vayan a otra. ¡Pero si es que ni preguntan si queremos otra posibilidad! Yo para los partidos internacionales siempre he sido del Barça, así que pitaré el himno bien agusto. Y luego si hay miles de hostias, como en la final del 84, me parecerá un espectáculo completo. Luego ya rezaré por tanto pecado junto y diré «lo siento, no va a volver a suceder».