Tras más de seis horas de juicio contra el presidente Fernando Lugo, el senado paraguayo, en su mayoría dominado por la oposición, ha aprobado la destitución del mandatario, según informa TeleSur, canal de televisión panamericano que realiza un exhaustivo seguimiento sobre los acontecimientos en ese país.

«Con dos votos ausentes, 4 votos en contra y 39 por la condena, este senado ordena separarlo de su cargo y declararlo culpable», ha proclamado el presidente del la cámara alta.

Quienes ejercen la acusación han finalizado el juicio argumentando que «la moción no admite debate».

La ley establece que corresponde al vicepresidente, el liberal Federico Franco, asumir ahora las competencias del jefe de Estado hasta la celebración de elecciones en 2013.

Posteriormente, Lugo ha comparecido ante las cámaras para anunciar que se somete a la decisión del Senado de retirarlo hoy del cargo aunque «la ley haya sido torcida como una frágil rama al viento».

«Hoy no es Fernando Lugo el que recibe un golpe» sino que es «la Historia paraguaya, su democracia la que ha sido herida profundamente», ha indicado el exobispo, para denunciar que se han transgredido todos los principios de la defensa «de manera cobarde y alevosa».

También ha llamado a sus partidarios a manifestarse de manera pacífica: «que la sangre de los justos no se derrame nunca más por causa de intereses mezquinos en nuestro país».

«Fernando Lugo no responde a clases políticas, no responde a la mafia ni al narcotráfico», ha asegurado en alusión aparente a las denuncias en ese sentido contra Horacio Cartes, precandidato presidencial «colorado» al que el exobispo responsabiliza del enjuiciamiento en su contra.

«Este ciudadano respondió y seguirá respondiendo ayer, ahora y siempre al llamado de los compatriotas más humildes y excluidos y de los que, gozando del buen vivir e incluso de la abundancia, saben que tenemos un deber de solidaridad», ha abundado.

Falta de garantías procesales

En el juicio se ha denunciado la falta de garantías procesales. «La instalación del juicio político es una perfección de las violaciones de las garantías constitucionales (...) Se ha accionado la incosntitucionalidad contra la resolución», ha declarado Enrique García, uno de los defensores de Lugo durante el inicio del juicio desde el Senado de Paraguay que se ha realizado hoy.

El pasado jueves, Cámara de Diputados de Paraguay, decidió de manera repentina, realizar un juicio político contra el presidente Fernando Lugo, por los disturbios ocurridos la semana pasada en la localidad de Curuguaty, ubicada en el departamento de Canindeyú (sureste), donde once campesinos y seis policías murieron en enfrentamientos durante un desalojo.

Lugo ha recibido el apoyo de diversos países y organizaciones regionales. Otros países como Venezuela o Nicaragua han denunciado que el «juicio político» es un «golpe de Estado encubierto» de la oposición contra el Gobierno de Fernando Lugo.

Miles de personas se habían reunido frente al Senado en apoyo de Lugo y, tras la votación, se han producido incidentes violentos y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, según informan los medios de comunicación locales.